La inclusión en la feria de un número mucho mayor de galerías extranjeras que españolas desató las protestas de los participantes españoles, que llegaron a amenazar con denunciar a ARCO si se quedaban fuera.
La inclusión en ARCO 2007, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo, de un número mucho mayor de galerías extranjeras que españolas desató las protestas de los participantes españoles, que llegaron a amenazar con denunciar a ARCO si se quedaban fuera.
Algunas galerías nacionales levantaron la voz de alarma ante la primera decisión del Comité Organizador de ARCO, que se conoció en julio, en la que la criba fue importante y con visos de tener pocos cambios en la segunda revisión de la misma, que se celebraría posteriormente en Estambul.
La galerista Magda Bellotti, denunció que su galería, como otras muchas, ha perdido "muchísimo dinero" en esta feria que, sin embargo defiende "a muerte". "Lo que pasa es que el pastel es muy pequeño y lo quieren sólo unos cuantos. Esta no es una feria privada, aquí hay dinero público y el nuevo criterio que tienen de incluir menos galerías españolas que extranjeras está en contra de la actual política del Ministerio. Es un disparate cuando lo que se pretende es promocionar la imagen española fuera".
Por ello algunas galerías “hablaron de demandar a ARCO”, porque esta decisión les supondría “un descalabro económico y significa que les obligará a muchas a cerrar. Asimismo, lamentó que casi todos los colegas del Comité Organizador no les defendieran si bien desveló que la galerista Elvira González, miembro del mismo, no quiso firmar las actas y presentó su dimisión.
Con los ánimos soliviantados, el 28 de septiembre se dio a conocer la lista definitiva. El resultado, 257 galerías de 34 países seleccionadas con un abrumador número de 187 galerías extranjeras frente a las 70 españolas participantes.
Lucas: “Hay que ser muy selectivos”
El entonces director general de Ifema, Fermín Lucas, aseguró a Madridiario que la selección de las galerías se había realizado "según los criterios de calidad que marca el mercado" y que, mientras otras ferias importantes de arte contemporáneo, como la de Londres o la de Basilea, no superan el 10 por ciento de la representación de galeristas del país anfitrión, en ARCO este porcentaje rondaba el 30 por ciento.
"ARCO es una feria internacional muy potente y todo indica que estamos en la línea adecuada. Siempre es muy difícil poner el objetivo, y más en una cosa tan subjetiva como el arte, pero este año, a nivel internacional, y si nosotros queremos mantener una feria en los niveles de exigencia que marca el mercado internacional, tenemos que ser muy selectivos, ateniéndonos a unas normas muy objetivas y con un comité que cambia todos los años a bastantes de sus miembros para que no se puedan organizar guetos privados".
Un “mazazo”
Las explicaciones de Lucas no convencieron a los galeristas nacionales ni a los madrileños, que calificaron de "mazazo" la decisión del Comité Organizador de ARCO de excluir a un alto porcentaje de ellas.
Así, por ejemplo, Magda Bellotti señaló que esta decisión hizo “muchísimo daño”. Además criticó el hecho de que se aceptase una galería portuguesa, Carlos Carvalho, que expuso el en 2006 una pieza del artista Baltasar Torres que cortó por la mitad para poder colocarla en su stand. "El galerista modificó esta obra destruyéndola y hay fotos de ello. Eso es causa de exclusión inmediata y sin embargo este año vuelve a estar en la lista definitiva. Es algo alucinante", dijo Bellotti.
Artistas callados
Por su parte, Manuel Cuevas, de la galería Estampa, calificó de "indignante" que ARTEMADRID, "que nace para la defensa del sector decida no opinar sobre ARCO" no se manifestase a favor de sus asociados.
"Es el mayor handicap que tenemos. Si nuestra propia asociación no nos apoya parece que somos un grupo de gente violenta que no estamos de acuerdo con unas decisiones 'justas' dado que las ampara la asociación al no apoyarnos. Esta es la batalla más dura", declaró señalando que los afectados tienen "el desaliento" de no estar en ARCO y luego de no contar con el apoyo de sus colegas.
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