Cuando se cumplía una semana de la declaración del estado de alarma por la pandemia del coronavirus, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendió las medidas excepcionales impulsadas por el Ejecutivo para hacer frente a la crisis, al tiempo que avisó de que "lo peor está por llegar, ya que todavía nos queda recibir el impacto de la ola más dura y dañina", que según estimó, llegará a finales de la próxima semana.
En una comparecencia de más de un hora, el presidente del Gobierno apeló a la unidad de todos los españoles, a quienes llamó a prepararse "emocionalmente para el final de la próxima semana porque llegarán días muy duros". Sin embargo, eludió poner una fecha al final de estas medidas, y se limitó a reiterar "más pronto que tarde venceremos al virus".
"Si evitamos el contagio, liberamos camas para quien lo necesita, ganamos tiempo. Lo seres humanos somos el tiempo que respiramos. Quedándonos en casa lograremos que muchos sigan respirando", manifestó Sánchez.
Según afirmó, se podría hablar de "economía de guerra" en esta situación, que al igual que la canciller alemana Angela Merkel, definió como el "mayor desafío desde la Segunda Guerra Mundial". El presidente del Gobierno avanzó que los ministerios de Sanidad e Industria están trabajando para centrar los recursos en la producción de material sanitario.
"No solo lo vamos a necesitar hoy, cuando recuperemos nuestro día a día vamos a necesitar protegernos y vamos a necesitar ese material", señaló el presidente del Gobierno.
En su comparecencia defendió las medidas aplicadas en nuestro país, y aseguró que el confinamiento ha demostrado ser "la más eficaz" de la "fase mitigación", cuyo objetivo "es ganar tiempo para preparar nuestro sistema sanitario mejor y lograr resultados científicos".
Sánchez volvió a apelar a la unidad política para combatir el virus, "el enemigo de todos", y aseveró que su Ejecutivo "no va a polemizar con ninguna administración ni con ningún partido", a pesar de las críticas de PP y Vox, así como de los presidentes de Cataluña y la Comunidad de Madrid, Quim Torra e Isabel Díaz Ayuso.
El presidente del Gobierno señaló que si bien el "riesgo está en todas partes, el daño se concentra de modo especial en determinados lugares", en alusión a la Comunidad de Madrid, Cataluña y País Vasco.
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