Así es la vida en un pueblo sin cajero: pagar el café con tarjeta, que te fíen o esperar el ofibús

Los vecinos de unos 60 pueblos de la Comunidad de Madrid, según le consta a la Consejería de Administración Local y Digitalización, se encuentran en riesgo de exclusión financiera. Los afectados son en su mayoría población de edad avanzada residente en municipios de menos de 3.000 habitantes que han sufrido el cierre de entidades bancarias y con él la desaparición de los cajeros.

Algo tan sencillo para cualquier madrileño como poder sacar efectivo en cualquier momento, hacer ingresos o cargar un móvil de prepago, resulta imposible sin salir de estos pueblos, lo que no hace sino dificultar todavía más la pervivencia de unos territorios amenazados por la despoblación.

Los vecinos más jóvenes de Valdeavero ya se han acostumbrado a pasar la tarjeta cuando se piden un café en el bar, compran la barra de pan o llenan la cesta de la compra. “Todos los comercios que tenemos en el pueblo aceptan el pago con tarjeta”, explica María Luisa Castro, la alcaldesa de este municipio de 1.670 habitantes que linda con la provincia de Guadalajara.

“El problema lo tenemos con la gente que pertenece a otra generación y que no se maneja con estas cosas”, añade la regidora sobre el hecho estadístico de que el dinero en efectivo sigue siendo el método de pago preferido para un 60,3 por ciento de los mayores de 64 años.

Castro echa la vista atrás para recordar el tiempo que ha pasado el pueblo sin sucursal bancaria. “Al menos lleva cerrada los últimos seis años. La que teníamos dependía de la de Camarma de Esteruelas (a 10 km) y prestaba servicio dos días por semana”, suficiente para cubrir las necesidades de su clientela.

Ahora deben conformarse con la oficina móvil de Caixabank, antes de Bankia, también conocida como el ofibús. “Viene solo una vez al mes un par de horas, nos pasan la información del día y ponemos los carteles para informar a los vecinos”, detalla sobre este servicio al que suelen acudir las personas mayores que tienen dificultades para desplazarse a un pueblo vecino.

“Los que somos más jóvenes al final nos manejamos con la banca electrónica o cuando sales del municipio aprovechas para ir al cajero, pero la gente mayor tiene costumbre de ir con su cartilla y sacar su dinero para gestionar el mes”, apunta la regidora. Así las cosas, Castro reclama junto con otros alcaldes recuperar, si no una entidad bancaria, sí un simple cajero fijo.

Oficina bancaria móvil

Hasta que eso sea posible, solo pide a los responsables del ofibús que lo hagan más accesible. “No tiene servicio adaptado a mayores ni personas con movilidad reducida, cuenta con una escalera metálica y una barandilla sobrepuesta que se tambalea muchísimo; tenemos personas que acuden con andador o en silla de ruedas, lo que obliga a la persona del autobús a atenderles en la calle, sin intimidad, delante de todas las personas”, se lamenta María Luisa y reclama a la entidad bancaria que el cajero automático a pie de calle con el que está dotado el vehículo funcione para "que no tengamos la mitad de la operativa restringida”.

Fuentes de CaixaBank destacan que la mayoría de oficinas móviles de su flota son accesibles mediante una plataforma elevadora, aunque dependiendo de la orografía del terreno por el que circulan se utiliza uno u otro modelo.

"Hay carreteras o calles de los pueblos que atendemos que son más estrechas y nos adaptamos", aclaran a este diario. Sobre el servicio de cajero en el ofibús, precisan que "normalmente no se activa porque no lo requieren los clientes a los que atendemos, prefieren la atención personalizada en los pueblos".

La oficina móvil de CaixaBank ha prestado servicio durante 2021 en 31 municipios de la Comunidad de Madrid. Un 84 por ciento de ellos están considerados en riesgo de exclusión financiera y allí residen casi 61.500 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Este servicio permite a los usuarios, sean o no clientes de la entidad, realizar las operaciones bancarias más habituales: retirar efectivo, realizar ingresos y pagar recibos e impuestos. La oficina móvil recorre 3.000 kilómetros al mes, el año pasado la utilizaron más de 2.000 usuarios, un 79 por ciento de los cuales son mayores de 60 años, y en ella se realizaron casi 19.000 operaciones.

Oficina móvil bancaria

Cajeros en Correos

Otra solución para estos pueblos puede venir de la mano de Correos. La compañía logística licitó y adjudicó el pasado año la instalación de 151 cajeros automáticos en sus oficinas de zonas rurales de la Comunidad de Madrid de entre 500 y 3.000 habitantes que no cuentan con sucursal o van a quedarse sin ella en los próximos meses. Su idea es ubicarlos en fachadas accesibles al público 24 horas o en los vestíbulos de acceso a las oficinas postales en su horario de apertura, pero su ubicación está todavía pendiente de decidir.

Además, desde la entidad remarcan que cuentan con Correos Cash, otro servicio que permite acceder a servicios financieros básicos como ingreso y retirada de efectivos en las oficinas y entrega de efectivo a domicilio a través de los carteros, que se presta a los clientes de las entidades bancarias adheridas (Santander, Ibercaja, Mediolanum, Evo Banco y Bancofar).

Según traslada a Madridiario la alcaldesa de Valdeavero, en su caso lo que ofreció Correos fue firmar un convenio para que los vecinos pudieran pagar sus impuestos o sacar dinero a través de la oficina con la que cuenta la entidad en el pueblo. “El problema que tenemos es que nuestra pequeña sucursal no tiene servicios electrónicos, no está informatizada, lo que hay es recogida de paquetería y abre una hora al día, de 10 a 11”, aclara Castro. “Precisamente ayer hablando con el cartero titular de nuestro municipio me decía ‘sí, muchos servicios, pero es que nosotros no tenemos la infraestructura necesaria para poder prestarlos’, así que no sabemos en qué se puede materializar eso”.

En agosto de 2021 el Banco de España presentaba un informe sobre el acceso al efectivo en la España rural ante el constante cierre de oficinas bancarias. Las conclusiones revelaban que 1,2 millones de españoles no contaban con un punto tradicional donde retirar dinero en su municipio.

Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios elevaba esa cifra a 1,4 millones de personas en grave riesgo de exclusión financiera en el mundo rural al no poder acceder por diferentes razones a los servicios bancarios. En los mayores de 65 años que residen en municipios de menos de 5.000 habitantes confluyen todos los factores de riesgo de la exclusión financiera. Ellos emplean en mayor proporción el efectivo y son más reacios al uso de tarjetas y la banca digital, por lo que el cierre de oficinas y la eliminación de cajeros les obliga a desplazarse y asumir mayores costes, evidencia la OCU.

Cajero automático en una oficina de Correos

Años de reivindicaciones

Santiago Serrano, alcalde de Corpa, municipio de 742 habitantes próximo a Alcalá de Henares, no recuerda cuánto hace que no hay una entidad bancaria ni un cajero fijo en el pueblo. Sí es perfectamente consciente de que lleva años reclamando este servicio, pensando sobre todo en los mayores del pueblo. Por Corpa también pasa una vez al mes el ofibús en el que se pueden hacer gestiones y sacar dinero del cajero, “pero eso obliga a una persona mayor a sacar toda su pensión del golpe, se arriesga a que le roben o que no sepa donde ha guardado el dinero, no es lo mismo que sacar 40 euros de vez en cuando”.

Para estas personas acostumbradas a manejarse con efectivo y no con dinero de plástico, la falta de un cajero fijo les complica la existencia. Algunos de estos vecinos, por ejemplo, todavía utilizan cocinas de gas butano. “El problema es cuando se les acaba y no tienen efectivo para abonar la bombona al empleado de la compañía”, plantea Serrano.

No resulta extraño que alguna vez un vecino que ha calculado mal o ha tenido gastos extras se queda sin efectivo y no puede desplazarse a otro municipio antes de que regrese el ofibús. Entonces, la confianza entre los habitantes de Corpa es la que impera y, como apunta el regidor, en los establecimientos comerciales del pueblo en estos casos “se fía”.

En cuanto a realizar gestiones como abonar impuestos, hacer transferencias o consultar movimientos de su cuenta corriente por internet, apunta el alcalde de Corpa que la banca digital está descartada en estos casos, no solo porque son mayores, sino porque algunos ni siquiera saben leer ni escribir, así que necesitarían doble alfabetización, de lectoescritura y digital.

Plaza de Corpa

Camino de la solución

Serrano casi ha perdido la esperanza de conseguir un cajero para el pueblo. Su petición lleva un recorrido eterno, del pleno del Ayuntamiento al Banco de España, pasando por una reclamación conjunta con otros afectados a la Comunidad, sin olvidar un SOS a la Federación de Municipios y conversaciones con distintos bancos. Todo sin éxito. Una de las entidades llegó a confesarle que “no era rentable para ellos por los gastos de mantenimiento y el envío del furgón”. Por eso le parece positivo que haya llegado este asunto a la Asamblea de Madrid, aunque antes de celebrarlo prefiere esperar a ver si se materializa o no lo aprobado en el pleno a partir de una Proposición no de Ley presentada por el PSOE en la que llamaba la atención sobre la situación que se vive en lugares como Valdeavero, Corpa, Lozoyuela, Anchuelo y así hasta alrededor de 60 pueblos del medio rural de la Comunidad de Madrid.

Este problema podría tener los días contados si, como se ha acordado, se elabora y pone en marcha un Programa de actuación de exclusión financiera en el medio rural que facilite “la instalación de cajeros automáticos en municipios que carezcan de recursos bancarios y que tengan más dificultades para acceder a los mismos por su falta de transporte o lejanía de los existentes”. Según este plan, la Comunidad de Madrid asumiría el coste de la instalación, su mantenimiento, el alquiler y la negociación con las entidades financieras para su puesta en marcha. Por su parte, los ayuntamientos serían quienes facilitarían el espacio para su instalación y el coste de la línea de acceso a internet que se necesite.

Fuentes de la Consejería de Administración Local y Digitalización señalan a 'Madridiario' que antes de esta propuesta socialista ya “se venía trabajando desde hace meses con las entidades bancarias para que los municipios cuenten con este servicio a través de diferentes vías”. El resultado de esas gestiones se conocerá “en breve”, aunque el consejero Carlos Izquierdo ya avanzaba que los 179 municipios de la región contarán con cajero automático para poder realizar operaciones bancarias.

"Tenemos garantizado que ni un solo municipio va a quedarse sin cajero. Ni uno solo de la Comunidad de Madrid", remarcaba el consejero en declaraciones a 'Telemadrid'. Izquierdo ha asegurado que desde el Gobierno regional se está trabajando "para poner más cajeros" y ha remarcado que "se estarán perdiendo cajeros en otras regiones, pero no en Madrid”.