Al filo de las 22.00 horas de este martes, el PP emitía un escueto comunicado oficial en el que señalaba lo siguiente: “El presidente del Partido Popular y el secretario general se han reunido esta tarde en la sede nacional del partido con Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón, que han reiterado su ofrecimiento para formar parte de la candidatura del Partido Popular en Madrid para las próximas elecciones generales del 9 de marzo”.
“El presidente del PP ha agradecido a ambos su disposición y les ha comunicado su decisión de que en estos momentos lo mejor para los intereses generales y los del Partido Popular es que ambos continúen al frente de sus respectivas responsabilidades institucionales para las que fueron elegidos por los ciudadanos hace escasos meses. El presidente nacional les ha trasladado que cuenta con su colaboración activa para la campaña electoral”.
Se había deshojado la margarita: el líder del PP, Mariano Rajoy, cedía así a las presiones desde dentro de su propio partido, especialmente las de la presidenta de la Comunidad de Madrid y del PP madrileño, Esperanza Aguirre, y también de algunos sectores mediáticos para dejar fuera de su lista al más polémico y problemático alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.
La oposición de Aguirre a la candidatura de Gallardón al Congreso ha sido tan dura, que en última instancia la presidenta regional llegó a pedir que si Gallardón iba en las listas, ella también quería ser incluida. Finalmente, según fuentes generalmente bien informadas, Aguirre llevó su oposición al extremo de decir que si Rajoy admitía a Gallardón como diputado, ella presentaría su dimisión como Presidenta para presentarse también al Congreso.
Hemos conocido también una ‘anécdota’ ocurrida en un almuerzo este martes entre periodistas y un consejero autonómico especialmente afecto a Esperanza Aguirre. El almuerzo –celebrado horas después, claro, del desayuno informativo de Mariano Rajoy en el que no quiso confirmar si Ruiz-Gallardón iba a ir en las listas de Madrid- discurrió por cauces muy distendidos.
En un momento dado alguien sacó –cómo no- el tema del alcalde madrileño, su inclusión en las listas del PP por Madrid y la oposición de Esperanza Aguirre a esto último. Nadie parecía tener gran idea de lo que pasaba por la mente de Rajoy al respecto, así que se cruzaron apuestas sobre la inclusión de Ruiz-Gallardón en las listas: los siete periodistas votaron que sí sería incluido. El consejero autonómico votó que no. Y llevaba toda la razón. Evidentemente, estaba muy bien informado.
Aguirre sale así plenamente triunfante de su órdago para evitar que el alcalde madrileño acompañara a Rajoy en la lista y se situara así en un puesto ‘de salida’ para una hipotética sucesión del líder en el que caso de que Rajoy no gane las elecciones generales del 9 de marzo. Ahora, tales esperanzas de Ruiz-Gallardón parecen más que diluidas.
En la reunión de la tarde de este martes, según medios populares, Esperanza Aguirre y Ruiz-Gallardón escucharon de Rajoy que piensa incluir en un puesto destacado de la lista de Madrid a Eduardo Zaplana, toda vez de que el presidente valenciano, Francisco Camps, lo ha desplazado de las listas en esa esa Comunidad.
En aquella Comunidad los candidatos serán Esteban González Pons, actual portavoz del grupo popular en las Cortes Valencianas, por Valencia –el puesto lo ha declinado la alcaldesa valenciana, Rita Barberá-; el ex ministro de Defensa, Federico Trillo, por Alicante, y el ex ministro de Ciencia y Tecnología, Juan Costa, por Castellón.
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