No marcó Jude Bellingham, y aunque eso en sí mismo es noticia, lo que sin duda quedará para la posteridad es que el Real Madrid logró el pleno de victorias en esta fase de grupos de la Champions.
Ganó in extremis 2-3 al Union Berlin remontando, y superando la mala suerte y algunos contratiempos que encontró en la primera parte.
Los blancos (aunque vestían de negro), hicieron una buena primera mitad, pero tras tirar un penalti por mano en el área alemana, Modric falló el lanzamiento de manera preocupante.
El Madrid, al que además le señalan pocos penaltis, los ha fallado todos esta temporada. Así que Ancelotti tiene un serio problema y parece que no quiere solucionarlo. Ya son muchas las voces que señalan a Bellingham: el inglés debería asumir galones y desbancar al veterano croata y a los brasileños Rodrygo y Vinicius, que no son especialistas desde los 11 metros.
El conjunto blanco echa ya de menos los tiempos de Cristiano Ronaldo y después Benzema, en los que se convertía más del 90% de las penas máximas. Otro punto débil, desde hace años, son los lanzamientos de falta: el Madrid genera muchas faltas al borde del área por su capacidad ofensiva, pero casi nunca convierte un disparo a balón parado.
Y acabó la primera parte, además, con el colmo de la mala suerte: a la jugada siguiente al fallo de penalti de Modric, Alaba fallaba un control en la línea defensiva adelantada y permitía que Volland marcara a placer ante Kepa.
Otro debate, la portería: la realidad es que el meta vasco estuvo genial en Alemania, pero la manera en que el equipo se ha quitado de encima a Lunin no gusta a una parte de la afición.
Remontada
Tras el mazazo del 0-1 en el descanso, llegó al otro mazo, el del Madrid, que es más bien un martillo pilón. Y quien se encargó de hacer los goles fue Joselu, que se reivindicó como titular, aprovechando las rotaciones y haciendo doblete.
El 9 suplente, que por cierto nació en Alemania, cosas de la vida, marcó ambos tantos de cabeza, su especialidad, y con los 8 goles que ya lleva marcados en diciembre ha hecho más que Mariano Díaz en las últimas 5 temporadas, quien estaba llamado a ser el suplente de Benzema. Mismo fracaso que cosechó, quizás de manera más estrepitosa incluso, el serbio Luka Jovic, que costó más de 60 millones y sólo hizo 5 goles.
Los alemanes dieron el disgusto y un balón suelto al borde del área lo aprovechaba Kral. Esos goles de su vida que sólo le hacen al Madrid, movidos por su motivación de jugar contra el equipo más laureado de la historia.
Pero lejos de bajar los brazos, y jugándose el Union Berlin el complicado sueño de clasificarse para la Europa League, el Madrid hizo el tercero porque lo siguió intentando. Por eso es grande el conjunto blanco. Y el premio le llegó a otro necesitado de alegrías, Dani Ceballos, que necesita hacer buenos meses ahora con las bajas que hay en el centro del campo y la obligación de hacer relevos en esa línea del equipo.
Como curiosidad, y para cerrar esta crónica, el dato negro que comentábamos en el titular: el Madrid nunca ha ganado la Champions cuando ha hecho pleno de victorias en la fase de grupos. Pero a ver quién no quiere conseguirlo, por mucho que haya supersticiosos de la estadística...
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