El presidente venezolano Hugo Chávez ha buscado consolidar su poder minando la independencia del poder judicial y de la prensa, denunció en su informe anual Human Rigths Watch (HRW).
Esa estrategia en contra de “instituciones esenciales para la protección y promoción de los derechos humanos” fue desplegada “después de ganar repetidas veces elecciones y referendos, y sobrevivir a un golpe de Estado en 2002”.
HRW afirma que la “interferencia en las elecciones de los sindicatos ha debilitado el derecho a la libre asociación”.
El gobierno “ha fracasado en derrotar un creciente abuso policial, y las condiciones de las prisiones se mantienen entre las peores del continente”, prosigue.
A lo largo de 2007 el derecho fundamental al debido proceso, incluyendo el derecho a un juicio justo, fue amenazado por una propuesta de reforma constitucional “que permitía la suspensión indefinida de derechos durante estados de emergencia”.
Ese proyecto de reformas socialistas fue derrotado en un referendo el 2 de diciembre, la primera derrota electoral de Chávez.
Chávez “ha respondido en forma repetida a coberturas críticas amenazando a los canales de televisión de que podrían perder sus derechos de transmisión tan pronto como expiren sus concesiones”, añade HRW.
El reporte recuerda que Chávez le anunció al canal RCTV que no le renovaría su concesión en una ceremonia militar en diciembre de 2006 por su apoyo al golpe de 2002.
“Ni la acusación sobre el papel del canal en los eventos de abril de 2002 ni las supuestas fallas en los estándares de transmisión fueron probados nunca en un proceso en el que RCTV tuviera oportunidad de presentar su defensa”, puntualiza.
El canal salió del aire cuando su concesión de 20 años expiró el 27 de mayo de 2007.