Los chicos del 17

Hace poco menos de un mes (el 17 de enero) gracias a una publicación del diario argentino La Nación, nos enteramos que el último año de Néstor Kirchner en el poder -coincidencialmente el año en que conocimos de Antonini Wilson y su maleta de dólares- fue el mejor para su economía personal. Acontece que el narigudo, tan amigo del Chávez belicoso y dadivoso, aumentó su patrimonio en un 165%. Esto sin pensar en tonterías como testaferros, familiares leales y otras nimiedades de esas que gustan esgrimir las malas lenguas
 
El "sociolisto" Kirchner alcanzó la bicoca de $17.824.941 o sea casi 11 millones más de lo que tenía cuando llegó a la Casa Rosada, en mayo de 2003. Y de verdad uno pelando lee sobre estos prodigios de la buena administración y no se aguanta pedirle a gritos que escriban un manual.
 
Es lo que me pasa también cuando veo a la familia Chávez Frías. Tan pobres de solemnidad hasta el año 1999, y ahora verdaderos potentados que huelen a cuero bueno, billetes verdes del imperio y perfumitos franceses. Qué decir del aroma a habanos, la nota rebolucionaria que requiere el socialismo del siglo XXI. Doña Elena me fascina, desde que vi rodando por la internet dos fotos de ella, una: la imagen de la mujer del pueblo nuestro, avejentada, rústica, sufrida y otra, después del triunfo de la revolución bonita: casi como aquellas cenicientas de Sábado Sensacional, mostrando la metamorfosis que causa el poder como modus vivendi y operandi.
 
Y qué decirles de los chicos malos que están presos en Miami. De estar limpios pasaron a ser del jetset castrochavista, pero con los churupos en bancos del imperio. Con sus caras bien frescas hablan de millones de dólares como los pobres hablan de millones de esperanzas muertas.
 
Leo que Kirchner confiesa tener 19 casas, 14 apartamentos, 6 terrenos y dos locales, más otras cosillas por allí. Cuánto tendrán los abnegados chavistas, incluido el comandante. De verdad ¿Cuánto tendrán? Yo cada vez que los veo recuerdo el estribillo de la cancioncita argentina, La chica del 17 la que no se sabía de dónde sacaba para tanto que destacaba.
 

Eleonora Bruzual
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* Columna publicada el 15 de febrero en el diario El Universal de Venezuela