Las fiambreras contenían un elemento explosivo, que está siendo analizada por las fuerzas de seguridad del Estado, y un temporizador. La Guardia Civil procedió a avisar a los Tedax, que acudieron al lugar para analizar el contenido de los recipientes encontrados, según informaron a Europa Press en fuentes de la delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha.
Según los primeros indicios, los recipientes no estaban destinadas a realizar un atentado inminente, y se trataba de una entrega entre comandos de la banda terrorista.
La zona de monte, donde aparecieron los explosivos presuntamente de ETA está en el límite noreste del parque natural de Cabañeros y es un robledal muy trnasitado por senderistas, próximo a casas rurales, una capilla, una fuente, un observatorio de aves y un mirador paisajístico.
La gerente del complejo de casas rural Horiagua, que se sitúa en el punto kilométrico 43 de la carretera N-403, Domín Gómez, explicó a EFE que no apreció la presencia por la zona de la Guardia Civil ayer por la tarde; del mismo se expresaron varios de los clientes de la hospedería que hoy paseaban por las inmediaciones.
"Sorprendidos pero no asustados" dijeron que estaban, mientras destacaron la "total normalidad" en la zona pese al suceso.
Fuentes de la investigación antiterrorista informaron a la Agencia Efe de que la carga explosiva (dos fiambreras, un temporizador, al parecer con al anagrama de ETA impreso) fue retirada por efectivos Tedax y está siendo analizada en la Comandancia de la Guardia Civil de Ciudad Real.
La zona de monte bajo mediterráneo con muchos robles tiene sendas que conducen a un manantial de agua potable y a una pequeña capilla religiosa adyacente. Por ello, es habitual la presencia de senderistas en estas inmediaciones del Parque Nacional de Cabañeros.
También existe un cortado vertical en el que se sitúa un observatorio de avifauna yun mirador del paisaje de Cabañeros. La zona pertenece a la pedanía de PUeblo nuevo del Bullaque, incluida en el término municipal de Retuerta del Bullaque.