Toman como rehenes a la población

Como presidenta de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca del Senado de la Nación es que me veo en la obligación de requerir al sector agrario la toma de conciencia en lo referente al daño que su falta de solidaridad, por las medidas amparadas, está generando en la totalidad de nuestra querida Nación.

Considero que las disposiciones de fuerza llevadas adelante por el sector agropecuario no contribuyen al bien común y carecen de sentido alguno. Las entidades rurales deben entender que las políticas adoptadas por el Gobierno nacional tienen como objetivo primordial el beneficio de la totalidad del país y no de un solo sector.

De la misma manera pienso que las medidas extorsivas llevadas a cabo en este momento por el campo no contribuyen a mantener el crecimiento económico del país convirtiéndose de esta forma en una actitud carente de solidaridad y notablemente ambiciosa por parte de este sector.

Es poco considerado que un paro sectorial, que ni siquiera representa la postura aunada del sector agrario, tome como rehenes a la población en su conjunto generando afectaciones de carácter nacional.

No podemos hacer ojos ciegos al hecho de que el campo es el sector de nuestra economía que más rentabilidad ha tenido en los últimos 5 años, incluso más allá de lo que han conseguido otras actividades productivas. Por esta razón deberían tener una postura más solidaria con el resto del país, comprendiendo que el Gobierno está apuntando principalmente a generar mecanismos para que las retenciones salvaguarden los precios internos y de esta manera lograr equidad con la sociedad toda.

Nuestro país necesita políticas distributivas de este tipo, que generen que la riqueza no quede en manos de unos pocos en detrimento de la mayoría de la población.

El crecimiento económico del último lustro en nuestro país es innegable y es por este motivo que la distribución de los excedentes que hoy se están generando debe ser justa y equitativa.

Es imperiosa la necesidad de llegar a un consenso y para ello es necesario el diálogo y el trabajo en conjunto, en lugar de presionar a través de medidas extorsivas que dividen al tejido social con consecuencias imprevisibles.

Ningún gobierno y mucho menos éste de carácter popular y nacional, puede negociar bajo presión. Se han ofrecido numerosas alternativas que los dirigentes no quieren escuchar y sus oídos se hacen cada vez más sordos a las necesidades del conjunto

Silvia Giusti
Presidenta de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca del Senado de la Nación