Parques y jardínes limítrofes con el Manzanares

Uno de los aspectos más importantes de Madrid Río es el relacionado con el paisaje y las zonas verdes que surgirán en las márgenes del Manzanares tras las obras de la M-30. La ciudad le ha dado la espalda al río, especialmente tras la construcción de la autovía que circunda Madrid, ya que lo aislaba.

Ahora el proyecto que el Ayuntamiento ha elaborado -que se encuentra en periodo de información pública, por lo que puede sufrir algunas modificaciones- pretende devolver al Manzanares la importancia que los ríos han tenido tradicionalmente en las ciudades, y establecer un eje que vertebre la capital y también el paisaje de la región.

Así, según se recoge en la documentación expuesta al público, Madrid Río será la unión central entre dos de los paisajes más representativos de la Comunidad. El corredor verde proyectado limitará al norte con el monte de El Pardo, enmarcado dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, y al sur con el Parque Regional del Sureste.

Ya dentro de la ciudad este corredor tendrá sus límites en el parque del Manzanares Norte y el parque Lineal del Manzanares. Además, también vinculará otras zonas verdes, como la Casa de Campo, el Parque del Oeste, el Campo del Moro, los Jardines de Sabatini, la Cuña Verde de Latina y los parques de San Isidro, Arganzuela y Matadero.

En este ámbito, las propuestas van destinadas a facilitar el acceso a la Casa de Campo desde el centro de la ciudad y la recuperación de algunos de sus conjuntos paisajísticos históricos, la conservación y ampliación de otras zonas verdes, y la creación de nuevos espacios arbolados en los lugares liberados por el soterramiento del .

Todo ello supondrá un aumento de 213.046 metros cuadrados de zonas verdes a los ya existentes y la plantación de 26.263 árboles nuevos. Los espacios arbolados que más destaquen en el plan espacial de Madrid Río serán el Salón de Pinos, el parque de Arganzuela y los jardines que surgirán alrededor del Puente del Rey.