Costas goza del 80% de aprobación

 El estudio de opinión pública refleja un fuerte respaldo de las provincias al trabajo de Costas, donde su aprobación trepa al 86%. En la ciudad este índice baja hasta un 74%. Contrariamente, un 79% de los provincianos y un 70% de los citadinos desaprueban a Morales.
La misma encuesta muestra que el Presidente y su partido han logrado consolidar una especie de ‘voto duro’ en el departamento que ronda el 20% de los inscritos en el padrón electoral. La mayor parte de estos ‘fieles’ se encuentra en la ciudad, ya que los llamados ‘enclaves masistas’ (Yapacaní y San Julián, entre otros) representan cada uno sólo el 2% del padrón electoral.
Cuando se les pide a los encuestados que le pongan una nota entre uno y diez a ambos líderes, Costas alcanza un promedio de 8,77, con un apoyo en el campo que trepa hasta 9,78. En cambio, Morales logra un 5,1 sin diferencias sutanciales entre campo y ciudad.
Consultado al respecto, el secretario general de la Prefectura, Roly Aguilera, señala que la aprobación a Costas no es coyuntural, sino que ha mantenido esos niveles en los dos años y medio de gestión. Sobre la situación de la aprobación del Gobierno, considera que ‘va en picada’.
“Eso demuestra que el verdadero cambio es la autonomía. El Gobierno se ha desenmascarado y ha demostrado que su cambio era una cruel mentira, que en dos años y medio de gestión estamos peor como país, porque en lugar de unirnos nos ha separado más”, dijo.
Considera que el cruceño ha valorado de manera positiva la política departamental de distribuir todas las regalías entre las provincias, entregando el 50% a las productoras de recursos naturales, el 40% a las no productoras y el 10% entre los pueblos indígenas. “Hemos hecho autonomía al andar y demostrado que la autonomía departamental no es un nuevo centralismo desde las capitales de departamento”, añadió Aguilera.
Por su parte, el jefe de bancada del MAS en la Cámara de Diputados, César Navarro, considera que el rechazo hacia Morales es una construcción política y mediática impulsada por el propio prefecto, Rubén Costas, de quien considera que discursea no sólo a favor de la autonomía, sino también en contra de Morales.
Para el potosino la violencia de que se culpa al Gobierno no fue generada desde el Palacio Quemado, sino que fue ‘fomentada y socapada por la Prefectrura y los cívicos cruceños’. “La imagen del Presidente se debe al trato que le da el prefecto Costas, que tiene un grado de mediocridad tal que reduce la política al insulto”, consideró.
Sin embargo, Navarro reconoce la legitimidad del pedido autonómico cruceño, aunque apunta que existen diferencias sustanciales sobre el concepto de esta forma de gobierno y augura que todo se solucione por la vía del diálogo.

Hay críticas y elogios para ambos
Entre las virtudes del prefecto, Rubén Costas, para tener un apoyo del 80%, la gente lo distingue claramente por su lucha por la autonomía, que viene desde que era presidente del Comité Cívico. Este logro lo coloca por encima del reparto de los recursos de las regalías a las provincias, los recursos extras que consigue para obras o su capacidad administrativa.
Pero también hay críticas de la población. Para los encuestados, lo peor de su gestión es la polarización con el Gobierno. También observan que hay corrupción y critican su relación con el Comité pro Santa Cruz.
En lo que respecta al presidente, Evo Morales, los encuestados consideran que el mayor acierto de su gestión es el bono Juancito Pinto, por encima de la nacionalización de los hidrocarburos y la renta Dignidad.
En el acápite de las críticas, hay una percepción de que Evo no sabe administrar el país y también se reclama el recorte del IDH a las prefecturas, la violencia para aprobar la Constitución Política del Estado, su oposición a las autonomías y sus decretos contra la agroindustria, entre otras medidas.

Polarización ratificada
Carlos Cordero / Politólogo
Lo que arroja esta encuesta es una marcada polarización o la ratificación de dos corrientes de opinión que se reflejan tanto en la media luna como en la sede de Gobierno. Las percepciones están polarizadas entre los que se adhieren y los que se oponen al Gobierno. Esto ratifica la idea de que Evo Morales y Rubén Costas mantienen sus nichos de popularidad basados en acciones políticas. Creo que la mala imagen de Morales en la media luna no tenderá a variar y debería preocuparle al Gobierno el deterioro de su popularidad en la zona andina, donde se percibe un deterioro notable, a tal punto que Chuquisaca parece haber ‘cruzado a la otra orilla’.
Además, esta polarización ratifica la adhesión de la población a los discursos más emocionales que racionales, pero al mismo tiempo nos indica que es necesario que los políticos disminuyan sus contradicciones y busquen un acercamiento. La mejor manera de resolver los problemas es no siguiendo el camino de la violencia, porque allí, todos perdemos.

  Los cruceños califican a Morales    

Combate contra la corrupción. Un 12% considera que la lucha ha sido buena, un 54% la califica como mala y un 33% como regular.
Controlar la inflación. Este es uno de los puntos más criticados a su gestión. Dos de cada tres cruceños lo aplaza, mientras que uno de cada cuatro lo califica como regular.
Desempleo. Situación similar a la inflación. Sólo el 7% considera que ha lanzado medidas efectivas para combatirlo y dos de cada tres lo califica como malo.
Combatir la delicuencia. Un 66% considera que su Gobierno ha tenido malos resultados.
Reducir la pobreza. Uno de cada diez apoya lo que ha hecho en este punto, mientras que seis de cada diez lo aplazan.
Inclusión. Es el punto más fuerte de su gestión. Cinco de cada diez cruceños perciben que los resultados de su Gobierno han sido de regular a bueno en incluir a los sectores marginados.
Crecimiento económico. Ocho de cada diez encuestados creen que los resultados de la política económica de Morales son de malos a regular. Sólo un 15% los considera buenos.
Conflictos. El punto más flojo de su gestión es la gestión de conflictos. Nueve de cada diez encuestados lo aplazaron.