Ecuatorianos y venezolanos intentan boicotear elecciones paraguayas

También afirmó que existirían explosivos escondidos en el departamento San Pedro, señalado por la policía como sitio de escondite de grupos radicales de izquierda acusados de secuestro, para crear desórdenes el día de la votación.

La denuncia elevó la tensión a pocos días de una elección de pronóstico reservado en la que el partido de Duarte podría caer a la llanura tras más de seis décadas en el poder. Opositores al Gobierno aseguraron que se trata de un ardid del oficialismo por el temor a perder la contienda.

"Recibimos la denuncia de que están escondiendo explosivos y están llegando varios extranjeros expertos en agitación social desde Ecuador y de Venezuela," dijo Duarte a periodistas en un mitin político en la localidad de Caaguazú, a unos 180 kilómetros al este de Asunción.

"El Gobierno tomará las medidas que correspondan para evitar que infiltrados generen violencia en el Paraguay," agregó el mandatario, quien no identificó a los supuestos agitadores.

Duarte dijo que ya había alertado sobre los posibles hechos de violencia a la fiscalía y a las Fuerzas Armadas, que cooperarán con la policía para reforzar la seguridad en todo el país el próximo domingo cuando serán celebrados los comicios.

Las elecciones enfrentarán a la candidata del gobernante Partido Colorado, Blanca Ovelar, con el popular ex obispo católico Fernando Lugo, quien lidera una alianza centroizquierdista de partidos políticos y movimientos sociales.

Lugo encabeza las encuestas de intención de voto, aunque en las últimas semanas acortó su distancia frente a Ovelar y al general retirado Lino Oviedo, candidato del derechista partido UNACE.

"De Duarte ya no nos sorprende nada. Esto es un ardid más de parte del oficialismo porque saben que el pueblo paraguayo tiene deseos de lograr el cambio," afirmó el ex diputado opositor Luis Llano a la radioemisora Primero de Marzo.

Los comicios se celebrarán con un sistema de una sola vuelta electoral en el que gana el candidato que obtiene la mayor cantidad de votos. El presidente electo asumirá el 15 de agosto.

Más de 2,8 millones de paraguayos están habilitados para elegir al sucesor de Duarte y renovar el Congreso y los gobiernos regionales para un mandato de cinco años.