Im-presentables del día

Es bueno ser ministro…

Curiosas las actividades del flamante gobierno de Zapatero este miércoles, 23 de abril, día de Sant Jordi. Algunos ministros no tienen en la agenda oficial de la jornada otra actividad prevista que acudir a la lectura de un pasaje de ‘El Quijote’ en el Círculo de Bellas Artes; es el caso de los titulares de Justicia y Educación. El de Trabajo, lo mismo, pero en versión catalana. Otros, como los titulares de Sanidad y Ciencia e Innovación, tienen, como actividad de la jornada, la asistencia al concierto de música Stradivarius, en el Palacio Real (la ministra de Innovación, cierto es, porque todo hay que decirlo, hace ‘doblete’ y también tiene lectura del Quijote).

No es que la actividad de los demás miembros del gobierno sea abrumadora, la verdad. Pero, al menos, mantienen el pretexto de alguna reunión relacionada con el departamento de que se trate. En fin, ya llegarán tiempos de mayor actividad, esperemos.  Desde luego, si este 23 de abril no llega a celebrarse el Día del Libro, ¿en qué se hubiesen ocupado tal día como hoy los señores ministros?

¿Gobierno poco patriota?

Lo impresentable no es que tres ministros del área económica –Solbes, Sebastián y Corbacho—nos anuncien (ahora) dificultades por venir, cada uno en su área específica. Lo malo es que, haciendo un ejercicio de humor negro, se les podría llamar ‘antipatriotas’, siguiendo la pauta marcada, antes de las elecciones, por Zapatero, para quien hablar de crisis económica era atentar contra los intereses patrios. Y es que las cosas no parecen ser lo mismo, ni para los socialistas ni para los ‘populares’ (ahora resulta que Rajoy no era el hombre idóneo para regir los destinos de España, según algunos en el PP), antes del 9 de marzo que después.

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Artur Mas, contra la separación de poderes

Buena la armó el líder de Convergencia Democrática de Catalunya y de la Coalición CiU, Artur Mas, en un bastante concurrido Foro de los Desayunos de Europa Press en la mañana de este martes: se permitió decir nada menos que el Tribunal Constitucional debería olvidarse de la sentencia sobre el Estatut de Cataluña. Puede que quien olvidase algo, la separación de poderes, definida ya por Montesquieu, fuese el propio señor Mas, que fue aún mas lejos: dijo que si la sentencia se dirigiese contra la constitucionalidad de algunos artículos del estatut o fuese interpretativa ‘a la baja’, su formación (CiU) propondrá a los catalanes que salgan a votar en nuevo referéndum porque él no acepta un estatut ‘devaluado’. Una sentencia negativa sería, para Artur Mas, un toque de legitimidades entre el Constitucional y los parlamentos catalán y nacional, que refrendaron el estatut actual, lo mismo que el pueblo catalán hizo en referéndum.

También sugirió que tanto el PP, como el Defensor del Pueblo, retiren sus respectivos recursos sobre el Estatut ante el TC.

Ya no se trata del tono vagamente amenazador con el que Mas adornó sus advertencias; ni de que en defensa de su tesis, trajese la opinión de un catedrático de Derecho Constitucional tan apegado al partido Socialista como Javier Pérez Royo. Se trata, en esencia, de que Mas propuso una trampa legal, una violación de la legitimidad democrática, una devaluación efectiva del Tribunal Constitucional. Es lo que le faltaba al pobre TC tras los golpes que recibió en la pasada legislatura  a cargo de socialistas y populares: decretazos, recusaciones, etc.


Otro error judicial más, una etarra que queda libre...

Como lo oyen. Otra vez. Después del 'caso Mari Luz' y que un miembro del GRAPO quedara libre porque en el proceso judicial se cometieron irregularidades, ahora la etarra Lola es la que sale a la calle por otro error judicial.

La Audiencia Nacional la ha absuelto pese a un atentado terrorista en el Puerto Olímpico de Barcelona, en 1993 porque una testigo no fue llamada a declarar en el juicio.

Al ciudadano de a pie de poco le sirven las excusas, técnicas, que ahora se den. No se entiende que en otros trabajos este tipo de errores cuesten puestos de trabajo y hasta sanciones importantes y que la Justicia siga cometiendo estos fallos tan importantes, dejando a terroristas o pederastas peligrosos sueltos por la calle.