Lo que nos dejó la Cumbre de las dos orillas

Zapatero pisó Lima el jueves pero todos los días estuvo con la cabeza puesta en los desmanes de ETA en Madrid. Pese a ello, cumplió una agenda que pareció "la de una cumbre aparte", como bien señaló la crónica del diario El Comercio.

El presidente español se reunió con el presidente de México, Felipe Calderón; con Cristina Fernández de Argentina; con Alvaro Uribe de Colombia; con Fernando Lugo de Paraguay; con Evo Morales de Bolivia; con Michelle Bachelet de Chile y con Hugo Chávez de Venezuela.

Este encuentro con el mandatario venezolano fue la cita más esperada de todas porque era la primera vez que ambos se encontraban desde la reunión del Grupo de Río cuando el Rey Juan Carlos mandó a callar a Chávez.

Según la Secretaria para Iberoamerica, Trinidad Jiménez, que acompañó la comitiva de Zapatero en Lima, el encuentro de 30 minutos en el que participaron solo los presidentes y sus cancilleres (Moratinos y Maduro) fue "satisfactorio".

"Este fue un primer paso para el restablecimiento pleno de las relaciones entre ambos países. Chávez aceptó que es necesario mantener el respeto entre gobiernos", señaló Jiménez.

Además de la celebrada cita, Zapatero fue considerado como de los pocos que presentó una medidad concreta en la Cumbre. La creación del Fondo del Agua con 1.500 millones para financiar proyectos de Agua Potable en la Región y basado en Agua para Todos que se aplica en Perú, fue una de las más celebradas.

Dos velocidades del TLC con EUROPA
El resultado más concreto fue que la UE y AL le pusieron fecha a los Acuerdos de Asociación Estratégica: 2009. La Declaración de Lima convocó a acelerar las negociaciones para que terminen el próximo año.

Los líderes europeos también comprendieron las "asimetrías regionales" de América Latina (se dieron cuenta de que Chávez y Uribe no se pondrán de acuerdo por un buen rato, por ejemplo) para negociar con los bloques a "dos velocidades". Por una lado Perú y Colombia y por el otro Ecuador y Bolivia, fuertemente influenciada por Venezuela.

¿CHÁVEZ HA CAMBIADO?
Trinidad, al parecer, no hablaba solo en términos diplomáticos. En la Cumbre Chávez estuvo lo más alejado posible de aquel mandatario que aquí en Lima la prensa calificó de "Hu-gorila".

Además de limar asperezas con Zapatero, Chávez se reunió con el primer ministro francés, luego con el Jefe de Gobierno de Austria, y hasta le dijo en español uno vaya a saber qué a la Canciller alemana Angela Merkel, aunque el venezolano aseguró que ella le aceptó la disculpas y la mandataria alemana sonrió y le dio la mano para la foto de lo más feliz.

"Me dio mucho gusto darle la mano, me acerqué y le dije: Si dije algo muy duro, perdóneme, aquí está mi mano". Y todo quedó bienb, le di dos besos, ella luego me invitó a Alemania", dijo Chávez, aunque luego la cancillería alemana negó que la invitación haya sido cursada y que Merkel haya entendido una palabra de lo que le dijo el venezolano. Como se dice aquí, la intención vale.

También saludó al paraguayo Fernando Lugo y bromeó con él y Evo Morales. "Tenemos un indio (Evo), un soldado (él), un economista (Correa). Nos falta un obispo (Lugo), así que cuente con nosotros modestamente. Eso sí, no queremos rayarlo, aquí estamos los chicos malos", dijo Chávez quien se mostró buen bebedor de Whisky (pidió 4 botellas de etiqueta azul a su hotel", amante de los perros (llevó dos pequeños) y fiel fan de Simón Bolívar (llevó un cuadro enorme del Libertador).

EL COLLAR DE ALAN
Como anécdota quedó la pregunta de qué era exactamente el collar que lució Alan García en la Cumbre. Las reseñas de prensa señalaron que era un collar de "diamantes" con símbolos incaicos, un adorno que estuvo fuera del protocolo y que no tiene precedentes en el uso de los mandatarios peruanos. Muchos blogs tocaron el tema y bromearon con los multiples orígenes del artilugio.