¡La que está cayendo!

Las lluvias durante este mes de mayo, que agoniza lentamente, han sido generosas en la Comunidad, razonablemente importantes, aunque deberían haberlo sido más para el buen nivel de nuestros embalses. Ha llovido suficiente para subir algo esos niveles y para que el campo, en nuestro caso los parques y los jardines, luzcan bellos y espléndidos; pero la lluvia ha sido tan inteligente, por decirlo de alguna manera, que ha preservado la feria taurina de San Isidro, es decir, que hasta el momento, ningún tarde se ha tenido que suspender el festejo por culpa de la lluvia.

Pero donde sí está diluviando, cayendo chuzos de punta, donde las tormentas están resultando aparatosas, tanto por el ruido como por la profusión de aparato eléctrico, es en una zona concreta de Madrid, casi en el centro, en la calle de Génova, tormenta que en algunos momentos ha anegado más de un habitáculo, despacho o covachuela.

¡La que está cayendo¡ San Mariano, ¡La que está cayendo! Los truenos proliferan, unos con mayor intensidad acústica que otros. Quizá el más sonoro que se escuchó ayer, y que nos inquietó hasta el punto de parecer una bomba, fue el de la doble presidenta regional (PP y Comunidad), Esperanza Aguirre, reaccionando a la decisión de María San Gil y a la salida del partido de Ortega Lara. Aguirre no se mordió la lengua, fue clara y explícita. Calificó de no mala, sino muy mala, la doble noticia y calificó, no de mala, sino de muy mala la actuación de la dirección nacional del partido.

Luego la tormenta tuvo otros ruidos, contundentes, secos, pero quizá menos sonoros. Y en este firmamento negro siempre hay alguien que lanza un cohete con el ánimo de abrir un hueco entre los nubarrones, porque Gallardón no deja de apoyar a María San Gil, pero tampoco a Mariano Rajoy, por aquello de que cuenta con él en el futuro inmediato y si llegan tiempos de cambiar el rumbo, de sondear nuevas alternativas colectivas y personales, más vale estar cerca de la pomada, del poder, que orillado por éste, y si además en ese tiempo se es capaz de desatomizar el centro y volver a una partícula del mismo que se creía perdida, pues ancha en es Castilla. En fin, llueve en estos días sobre mojado, y unos se mojan voluntariamente y otros salen empapados sin quererlo, claro que también los hay que siempre llevan el paraguas por si acaso.