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Im-presentables del jueves, 5 de junio 2008

Im-presentables del jueves, 5 de junio 2008

jueves 05 de junio de 2008, 08:36h
Javier Conde dice que es matador de toros. E incluso actúa en las plazas, pero sobre todo en las del Sur, porque para venir a Madrid no da la talla. El toro de Las Ventas, plaza que exige trapío, se le ha atragantado siempre. Por eso llevaba años sin venir. Por eso, con una tarde llena de dudas y posturitas, pegó un petardo este jueves. O sea, impresentable. Pero tanto él como José Tomás, en este sentido, que fue el que lo quería por delante para que se viera la diferencia. Y se vio, vaya que si se vio.

Disimulo oficial de la agresión de un policía a un emigrante

El Defensor del Pueblo ha relatado en su informe anual 2007 un hecho que cuánto menos es una negligencia del Ayuntamiento de Madrid. Un ciudadano denunció que fue testigo de los malos tratos infligidos por un agente local que conducía un inmigrante de raza negra en el curso de una operación contra la venta ambulante en la Puerta del Sol. "El mismo agente se dirigió a los ciudadanos, que le reprocharon la desproporción de los reiterados golpes dados al inmigrante, siendo así que éste no se defendía, conminándoles con un 'iros todos a la mierda'". Por otro lado, algunos viandantes llamaron al 112 cuando vieron a otro magreví del mismo grupo de vendedores que se revolvía de dolor.

    Ante estas denuncias, el Defensor del Pueblo pidió un informe al Ayuntamiento de Madrid para que se investigasen los hechos quien envió un texto afirmando que no había "sido posible acreditar la realidad de los hechos denunciados". Sin embargo, la institución denuncia que "la única investigación realizada se circunscribió a recabar el testimonio del agente aludido y de otros agentes", es decir que no se tuvo en cuenta la versión de los denunciantes y ni si quiera se llevó a cabo la simple comprobación de si los técnicos de urgencias acudieron a atender al extranjero.

Losantos, ahora obsesionado con Emilia Casas

Nuestro ya amigo Federico Jiménez Losantos sigue afianzándose como serio candidato para recibir el premio al im-presentable del año, si  es que no le echan antes de la cadena de los obispos por decir todo lo que dice en antena, que supone un increíble ejercicio de excesos verbales. Entendemos que a muchos les parezca divertido, entretenido y atractivo su tono, pero no tiene nada que ver con periodismo ni con información. Como programa de humor, el suyo está bastante bien, debemos reconocerlo.

Claro que el humor disminuye cuando FJL te dedica sus pasadas. Ahora le ha tocado a María Emilia Casas, que está en el candelero porque una conversación suya con una abogada, a quien la policía tenía el teléfono intervenido porque se sospechaba que podría haber encargado a unos mafiosos la muerte de su marido, se considera por algunos un posible asesoramiento prohibido por la ley a quien preside el Tribunal Constitucional. Algo que al menos una asociación de jueces, Jueces para la Democracia, niega: hablar telefónicamente con una persona, a la que no conoces y por intercesión de una vecina, puede ser una imprudencia, pero no un asesoramiento. Sobre todo, cuando está demostrado que Casas no sabía que la persona con la que hablaba estaba acusada de inductora de un asesinato.

Este jueves, Losantos ha presentado el caso de las escuchas de la famosa conversación de  María Emilia Casas, presidenta del Tribunal Constitucional, con un enfoque escandaloso. Y mendaz. Casi como si Casas hubiese cometido un delito.

Acceder a hablar con una mujer a quien no conocía, que resultó ser la presunta inductora del asesinato de su marido –algo que Casas, obviamente, ignoraba: creyó que la mujer era una víctima de malos tratos-- puede ser un error por parte de ella, torpeza, falta de previsión… lo que se quiera. Pero lo que la presidenta del TC hizo ni es asesoría profesional ni mucho menos prevaricación. Su actuación no es constitutiva de delito, a nuestro modo de ver y al de varios expertos jurídicos consultados estos días. Así se han pronunciado públicamente algunos jueces, mientras otros callan, sin atreverse a ir más allá. Pero el locutor de la COPElo ha presentado casi como si fuera cooperadora en la trama de asesinato presuntamente montada por la señora con la que charló por teléfono. Recuerden que, como nosotros contamos, esta señora es hija del fontanero de la comunidad donde viven Casas y la vecina que pidió a la presidenta que atendiese a la presunta asesina (leer noticia).

Lo que ha hecho Losantos hoy es una manipulación de tal calibre que induce a lo contrario, a tomar partido por Casas. Cuando es cierto que los críticos podrían exponer otros argumentos contra ella, como su permanencia en el cargo más allá de los límites de su mandato gracias a un ‘decretazo’ gubernamental, o algunas presuntas ‘parcialidades’ hacia el lado gubernamental; qué duda cabe de que la trayectoria del Tribunal Constitucional ha sido casi de todo menos ejemplar. Por ahí, ejerciendo la libertad de expresión, de análisis y de crítica, se puede llegar a donde se quiera. Pero no por la manipulación informativa.

El periódico que desveló todo, en aras de la información sin límites, seguramente se sentirá avergonzado de este interesado uso que ahora otros aprovechan para sus manipulaciones políticas, tratando de forzar cambios en el Tribunal Constitucional.

De manera especial, claro, nos referimos a las manipulaciones de este Federico nacional, que ha dedicado la mañana de este jueves, además de a presentar el ‘caso Casas’ casi como si la presidenta del TC fuese una cooperadora al homicidio, a sus otras varias obsesiones personales, entre ellas, desde luego, su juicio en el que está demandado por Alberto Ruiz Gallardón y a la espera de sentencia.

Parece increíble que una persona que está siendo juzgada utilice su herramienta de trabajo, que son los micrófonos que le da la Conferencia Episcopal, para seguir denigrando a quien precisamente le ha demandado por injurias graves. Es una falta de elegancia, de ética y de estética que produce rubor.

Así que insistimos en que nuestro locutor favorito se está haciendo acreedor principal al premio al im-presentable del año. Y que nadie lo tome como un exceso de inquina por nuestra parte: no se la tenemos. Pero nos preocupa mucho que lo que hace él se vea como periodismo y no como un papel de amenizador en la radio. Y nos preocupa el tono crecientemente matonista que las mañanas de la cadena episcopal están adquiriendo. No es eso, no es eso…

En fin: la semana próxima daremos a conocer las bases de nuestro concurso ‘El im-presentable del año’, en el que serán nuestros lectores quienes, a lo largo de los próximos meses, decidan a quién debemos otorgar tan preciado galardón..
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