Buen Romance. Obama y el factor latino

Como ya ha sido señalado, esta elección presidencial USA será la más polarizada e intensa en mucho tiempo. Algunos, como Noam Chomsky, ya han pronosticado que será también una de las más sucias y que Barack Obama será vencido por la avezada maquinaria electoral republicana.

En ese marco, cada porción del electorado norteamericano, por pequeña que sea, contará para el resultado. El voto latino es cerca del 6% de los votos efectivos a nivel nacional. Pero en algunos estados pasa del 10% y puede marcar la diferencia para ganar esos estados e incidir en la victoria final. Como se sabe, el cómputo final suma estados ganados más que votos obtenidos.

En general, los latinos han votado por los candidatos demócratas más que por los republicanos. La mejor atención que tuvo el gobierno de Bill Clinton, y en particular Hillary, con los latinos, ha sido un factor.

Pero Obama podría tener problemas con el voto latino. Ya lo tuvo en las primarias demócratas, donde ese voto fue en apreciable mayoría hacia Mrs. Clinton. Habría dos razones para ello. Obama puede ser percibido como un radical poco práctico para la ansiedad que viven los latinos ante la turbulencia económica. También está la alegada poca empatía que hay entre latinos y negros.

John McCain tampoco la tendrá tan fácil por la dureza de la política antiinmigración de los republicanos. Pero Obama tiene un punto débil pues votó a favor de los fondos para el muro fronterizo, precisamente el símbolo de esa dureza.

Obama, a su vez, puede encontrar ventaja en el tema de la política hacia AL. Sus propuestas podrían ser mejor calificadas que las de McCain por los votantes latinos. El demócrata ha hecho una punzante crítica hacia Bush y los republicanos: reducir su interés al tema de las drogas y el libre comercio, prescindir de la diplomacia, provocar el distanciamiento con la región, darle argumentos a Hugo Chávez.

Sus críticas a los beneficios elitistas de los acuerdos de libre comercio y su anuncio de apelar a la diplomacia directa para reunirse incluso con Raúl Castro y Hugo Chávez, pueden perfilarlo a ojos de los latinos como un candidato más compatible con las urgencias de sus países de origen: más desarrollo, menos conflictos.

McCain ha criticado como ingenuos e imprudentes los anuncios de Obama sobre AL. Pero él mismo no ha ofrecido nada nuevo y por eso también ha sido criticado hasta por la anticastrista Fundación Nacional Cubano Americana.

Quizás si la gente votara por programas, las propuestas del demócrata le asegurarían más votos. No suele ser así. Más pesan las grandes imágenes, lo que simbolizan los candidatos para la gente. Lo de Obama es el cambio. Lo de McCain es la seguridad. Pero en esa guerra de imágenes es donde pesan los aparatos publicitarios y los grandes medios. Eso es lo que explica el escepticismo de Chomsky.