Los experimentos sin gaseosa de Judas Priest'Nostradamus' (2008)

Judas Priest - 'Nostradamus' (16 junio 2008)
Sony-Epic

Act 1    1. "Dawn of Creation" – 2:31    2. "Prophecy" – 5:26    3. "Awakening" – 0:52    4. "Revelations" – 7:05    5. "The Four Horsemen" – 1:35    6. "War" – 5:04    7. "Sands of Time" – 2:36    8. "Pestilence and Plague" – 5:08    9. "Death" – 7:33   10. "Peace"  – 2:21   11. "Conquest" – 4:42   12. "Lost Love" – 4:28   13. "Persecution" – 6:34

Act 2    1. "Solitude" – 1:22    2. "Exiled" – 6:32    3. "Alone" – 7:50    4. "Shadows in the Flame" – 1:10    5. "Visions" – 5:28    6. "Hope" – 2:09    7. "New Beginnings" – 4:56    8. "Calm Before the Storm"  – 2:05    9. "Nostradamus" – 6:46   10. "Future of Mankind" – 8:29 Total Time: 102:35

Grabado en 2006-2007, Old Smithy Studio, Reino Unido
Género: Heavy metal-opera rock
Sello: Epic-Sony
Producido por Glenn Tipton & KK Downing

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Es muy típico en estos casos que un grupo de masas con un público tan específico (y fiel) como Judas Priest encuentre problemas cuando hace algo diferente en su discografía. El caso es que Halford y compañía se han atrevido a innovar y cambiar completamente de registro 34 años después de su debut discográfico y, en términos generales, ha sido un atrevimiento sobresaliente. Sólo apto, eso sí, para mentes abiertas y oídos sin complejos.

Lo más evidente de este 'Nostradamus' es que choca por varias cosas. Primero, porque es el primer disco de Judas de larga duración, con formato doble disco. Casi dos horas de música que, además, cambia de estilo. Si ya en los 80 fueron cuestionados por los más puristas y reaccionarios dentro del heavy por introducir sintetizadores -cosa que le ocurrió igualmente a Iron Maiden-, ahora, en pleno siglo XXI, ha sentado a rayos que se dedicaran a cambiar su inamovible estilo heavy metal.

'Nostradamus' es una fusión extraña entre álbum conceptual -el primero que hace Judas- y una especie de opera rock -entendiendo esta comparación como un disco que relata una vida y las letras reflejan las vivencias en primera persona de una figura histórica, en este caso, el célebre astrólogo francés Michel de Nostradamus, hacedor de profecías catastróficas del futuro-. Y es precisamente esa fusión lo que no ha convencido a muchos. Porque… si es opera rock, ¿por que sólo hay un personaje y está cantado a una sola voz? Y si es un simple álbum conceptual, ¿por qué hay pasajes propios de diálogos de un personaje? En el fondo todo este debate es absurdo. Analicemos la música de este disco.

Lo más criticable del nuevo trabajo de Judas es que sobra duración. Podrían haber hecho un disco prácticamente de 10 si hubieran eliminado algunos temas que realmente sobran. La estructura del disco tampoco convence. Se trata, en términos globales, de colocar una intro o pasaje de 1-2 minutos entre tema y tema largo de los 2 actos de la 'opera'. De los 23 cortes del álbum, sólo 14 son canciones 'al uso'. El resto son pasajes con sintetizador que a muchos les parecerá aburridos, pasables, soporíferos. Ni siquiera se puede argumentar que sean necesarios para la narración de la historia de Nostradamus.

Y al mismo tiempo que esto es cuestionable, hay que señalar que el disco no puede ser malo o mediocre porque tiene un puñado de temas que están preparados para aparecer en un 'greatest hits' de hoy a mañana. Judas han compuesto algunas canciones míticas que pasarán a su Historia. Por ejemplo, el primer tema largo, 'Prophecy', así como 'Revelations', 'Pestilence and Plague', 'Conquest', 'Persecution', 'Exiled', 'Alone', 'Visions', 'New Beginnings' o 'Nostradamus'. El resto ofrece muchas dudas. 'War' y 'Death' son temas largos, lentos, de los que sólo se puede decir que son realmente malos y soporíferos.

Hay que añadir que el cambio de estilo está en todos estas canciones que se agrupan entre las que están para un 'greatest hits'. Judas nunca han sonado así. Tiene un tufillo -agradable- a musical de rock, con una dramatizada forma de interpretar las letras. Halford, que está excepcional, las canta como diálogos de un musical. La música, en términos generales, no se corresponde a la de piezas de heavy metal clásico. Se busca mucho sinfonismo, alargamiento de pasajes, pocos riffs y solos guitarreros, fondo ambiental con los teclados -para lo que han 'fichado' a Don Airey, de Deep Purple, entre otros-… por último, los estribillos son típicos de musical: no tan facilotes sino buscando melodiosas estructuras y épicos momentos.

Con este 'Nostradamus' me pasa lo que a muchos rebeldes a los que les gusta discos denostados por la crítica o los seguidores, que me parece una joya pese a las reacciones adversas. También será porque aunque amo el heavy y el hard rock, el progresivo está siempre en mi cabeza y corazón y el tonillo épico de todo el disco me encanta. Pero con una mente abierta y sin prejuicios, quizás también con ganas de encarar estas casi 2 horas de música, se llegará a la misma conclusión: es uno de los mejores discos del grupo. Y de su calidad interpretativa ni hablamos. Para el recuerdo, las notas finales de la intro 'Dawn of Creation', que la banda repite de nuevo en varios de estos pasajes distribuidos en el disco. Y créanme: 'Prophecy' y otros temas son dignos de meterlos junto al resto de clásicos de Judas.


Puntuación: 7/10