Reportajes
Ya se puede disfrutar del balneario Caldes del Boí todo el año
lunes 14 de julio de 2008, 15:52h
La Estación Termal Caldes de Boíque inició la temporada el 30 de mayo, presenta importantes novedades. El Hotel Manantial y el Centro Termal y de Belleza permanecerán abiertos durante todo el año, a excepción del mes de noviembre. Además, el prestigioso chef Jean Luc Figueras –que tiene una estrella Michelin– inaugura el Restaurante Jean Luc.
El Balneario de Caldes de Boí permanecerá abierto todo el año para que los amantes de los deportes de invierno dispongan de un nuevo destino para descansar en cualquiera de las 170 habitaciones del Hotel Manantial, 22 de las cuales reformadas el pasado invierno y convertidas en suites. Hay que decir que la temporada del Hotel Caldes irá del 13 de junio al 30 de septiembre.
Para los amantes de la alta gastronomía, se inaugura el Restaurante Jean Luc, del prestigioso chef Jean Luc Figueras, que aportará su experiencia a la cocina tradicional de la zona. Junto con la apertura también del restaurante Club Piscina durante la temporada de verano, se duplicará la oferta gastronómica existente hasta ahora.
Además, para los que buscan actividad en sus estancias de descanso, se ha construido una pista de pádel. Todo esto se añade a los servicios ya existentes, como son cinco salas de reuniones con capacidad de hasta 150 personas, discoteca, guardería, tiendas, peluquería, etc.
La Estación Termal Caldes de Boí es un complejo turístico y termal ubicado en pleno Pirineo, a 1.500 metros de altitud, que consta de dos establecimientos (el Hotel Manantial 4* y el Hotel Caldes 3*) y el Centro Termal y de Belleza. La zona abarca 24 hectáreas de superficie con una gran extensión de jardines y destaca por sus 37 manantiales mineromedicinales, la diversidad de tratamientos termales y de belleza y la calidad de sus instalaciones hoteleras.
El complejo se encuentra en un entorno sorprendente, inmerso en la naturaleza, cerca del Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici y de las iglesias románicas de la Vall de Boí, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Quien se aloje en el balneario tiene también la posibilidad de visitar pueblos de montaña de una extraordinaria belleza, de practicar todo tipo de actividades deportivas y de aventura y de disfrutar de la gastronomía del Pirineo leridano.