La T4 cumple un año

El Gran Barajas se convirtió en realidad hace un año. El 4 de febrero el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acompañado de la presidenta regional, Esperanza Aguirre y del alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, inaurguraron oficialmente la nueva terminal y su edificio satélite, así como las nuevas pistas de aterrizaje. Una obra que firman el arquitecto británico Richard Rogers y el español Antonio Lamela. El día 5 la terminal inició las operaciones aéreas.

Al caos de los primeros días, cuando centenares de viajeros sufrieron retrasos y pérdida de equipajes, le siguió la calma. La T4 pasó así a absober todos los vuelos tanto nacionales como internacionales de Iberia y de todas las aerolíneas miembros de la alianza Oneworld, tales como British Airways, American Airlines, etc. En las terminales 1,2 y 3 permanecen compañías como Air Europa y Sapair y se ha abierto un hueco a las compañías de bajo coste. Barajas pasó a tener una capacidad para acoger a 70 millones de viajeros al año, aunque aún está lejos de esta cifra, ya que en este año se estima que han pasado por el aeródromo madrileño 26 millones de pasajeros.

La espectacular T4 del Gran Barajas abrió sus puertas sin contar con un elemento importante: el Metro. La Comunidad de Madrid y el ministerio de Fomento protagonizaron un enfrentamiento en torno a la financiación de las obras. Finalmente Esperanza Aguirre anunció que se gobierno llevaría la Línea 8 de Metro hasta la nueva terminal que la actual legislatura y está previsto que la ampliación entre en funcionamiento la próxima primavera.

En este año de vida la nueva terminal ha sido el escenario del primer atentado de la banda terrorista ETA desde que anunciara el alto al fuego permanente el 22 de marzo de 2006. La brutal explosión de una furgoneta bomba en el edificio D del aparcamiento de la T4 sumió el aeropuerto en el caos el 30 de diciembre del año pasado. Dos jóvenes ecuatorianos que dormían en sus vehículos no se percataron de la evacuación del aparcamiento y murieron bajo toneladas de escombros. Los cuerpos de Diego Armando Estacio y de Carlos Palate fueron rescatados una semana después de la explosión. Las pérdidas materiales se cifran en 35 millones de euros y los técnicos estiman que tardarán un año en reparar los daños.

La cara más positiva para la T4 de Barajas es el buen número de premios que ha recibido desde su inauguración. Uno de los más importantes fue el Premio Stirnlig, concedido por el Instituto de Arquitectos Británicos y considerado como el más prestigioso del Reino Unido en arquitectura. También fue galardonado con el premio al mejor aeropuerto europeo de 2006 por el Instituto para la Gestión del Transporte británico, que reconoció la "destacada contribución del aeropuerto de Madrid-Barajas a la industria del transporte".