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Los MIR de Telecinco

Los MIR de Telecinco

domingo 04 de febrero de 2007, 17:13h

Las series de médicos y de hospitales siempre han tenido éxito y algunas son de lo mejor que se ve en televisión. La medicina, el dolor, la esperanza, los problemas, unidos a historias personales entrecruzadas dan todo el juego. En ocasiones, algunos países han creado series de televisión, como Dr. Gannon, para aumentar las vocaciones médicas imprescindibles para una sociedad. El médico de Urgencias o el cirujano es una persona en cuyas manos está, muchas veces, la vida o la muerte. Y son personas como usted y como yo, con sus fallos, sus aciertos, con sus rencillas y sus problemas, pero, casi siempre, con una enorme vocación y con un respeto profundo, excepciones apartes, al obligado cumplimiento del código deontológico. En españa tenemos una excelente clase médica, no siempre bien pagada ni reconocida y parte de ese prestigio se debe a la puesta en marcha hace ya muchos años del programa MIR (Médicos Internos Residentes), uno de cuyos artífices, aunque no el único, fue el profesor Segovia de Arana. Después de seis años de estudios profesionales, nuestros médicos pasan por otros cuatro o cinco de práctica profesional en un hospital y tienen que enfrentarse a todo. Les aseguro que hay posibilidades mucho mayores de triunfar con menor esfuerzo. El que resiste en la medicina pública lo hace por algo más que por el dinero. Y, además, son profesionales que están obligados a una formación permanente si no quieren quedarse fuera de juego. 

Escucho por ahí que la serie “MIR” que Telecinco puso en marcha recientemente para aprovechar el tirón de otra, “Hospital Central” está al borde del k.o. Ojalá sea así. No he visto peor serie en mucho tiempo, no por la calidad de las imágenes o de los actores, sino por el pésimo guión y el maltrato que dan a unos profesionales que merecen otra cosa. Médicos residentes que dan gravísimas noticias o que toman decisiones de primer orden sin su adjunto o su jefe de servicio. Médicos a los que se les caen niños recién nacidos al suelo porque han estado sirviendo copas en un bar hasta la madrugada; jefes que cometen acciones impresentables, mientras sus compañeros miran hacia otro lado; médicos que trasladan a un almacén a un chaval con medio cuerpo escayolado para que el amor con una novieta, pero que acaban sustituyéndole en el calentón... Rencillas, zancadillas, mentiras, falta de preparación, jefes insolentes... Vaya camada.

Yo no digo que en los hospitales pasen cosas de todo tipo y condición. Como en los Ministerios o en las grandes empresas. Pero si mañana me llevan a un hospital y me atiende el residente de turno, lo primero que voy a pedir es un seguro de accidente. Es un disparate y una falta de responsabilidad presentar así a unos jóvenes médicos, la mayoría de los cuales demuestra cada día su afán por aprender, su dedicación a los enfermos y su trabajo incansable. Cobran poco, trabajan mucho y se los rifan dentro y fuera de España cuando terminan su formación práctica. ¿Por qué hay que ofenderles asÍ?

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