El fútbol español ha confirmado, y nos lo ha tenido que decir un Juez, su podredumbre más absoluta. Uno de sus equipos ha pagado una ingesta cantidad de dinero para modificar la actuación de los árbitros en su propio beneficio. El Real Madrid, equipo más laureado de Europa ha sido pillado, in fraganti, pagando más de 7 millones de euros al responsable de los ascensos y descensos del Comité Técnico de Árbitros. Lo que hacía Florentino Pérez, al igual que sus antecesores y predecesores en el cargo, no tiene mucho misterio.
El presidente del Real Madrid ordenaba pagos desde su club a uno de los miembros del Comité de Árbitros que era la persona encargada de juzgar las actuaciones de los colegiados. De esa manera se han asegurado durante más de veinte años unas actuaciones arbitrales favorables. Muy sencillo.
Lo peor del caso es que esa línea de actuación, que ha sido denunciada en multitud de ocasiones por jugadores, entrenadores y directivos de otros equipos, no tiene freno en la actualidad ni lo ha tenido en todos estos años de denuncia pública. El Real Madrid era, y seguirá siendo, el inventor del fútbol moderno. Nunca antes se había jugado como el Real Madrid de los primeros años del siglo XXI.
Ni siquiera hoy que un juez ha imputado al Real Madrid se atreve a significarse nadie. El silencio es absoluto. Ya se sabe el madridismo latente del que hace gala el actual Ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y las veces que ha coincidido en el palco del Santiago Bernabéu con Jaume Roures, uno de los hombres más influyentes de la comunicación en España y poseedor de los derechos audiovisuales de la Liga Española. Éste último, incluso con intereses económicos públicos en el Real Madrid, avalando incluso con su dinero a la actual Junta Directiva.
Este es el fútbol español. Esta es la realidad. Lo único que cambia es el nombre del equipo. Y lo hace porque de lo contrario ahora mismo todo estaría en llamas. Sin embargo, el Real Madrid tiene en contra a los otros 18 equipos. Que a pesar de todo siguen pensando que si dinamitan la situación actual, el gran beneficiado sería el club blanco y eso no conjuga con la envidia histórica, basada en un relato falso, que se le tiene al club blanco. Ha sido el Barcelona quien ha destrozado nuestra Liga. Nuestro sistema de competición. La igualdad en el fútbol es ya una quimera. Y si esto nos lo están contando así, que es de esperar de lo que han ido educando a los jóvenes en los últimos años. Un antimadridismo visceral cuyo motivo se entiende ahora. Pero saben, lo importante es seguir cantando aquello de "Así, así, así gana el Madrid".
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