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Sentencia de 'La Manada': la razón y la emoción

viernes 27 de abril de 2018, 07:32h

Sentimientos contrapuestos nos produce la sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra. Si nos dejásemos llevar por lo que creemos, por lo que hemos escuchado, por lo que estamos convencidos, esos botarates de 'La Manada' deberían pasar mucho tiempo en la cárcel.

Son despreciables en sus formas, en su actitud, en su conducta. Un grupo humano que se autodefine, como 'La Manada' es tan peligroso como patético.

Ahora bien, más allá de la rabia del ciudadano que esto firma. Más allá de la indignación del Navarro que suscribe, está el hombre que conoce desde dentro la Justicia, sus limitaciones, sus deficiencias, sus virtudes.

La Justicia nació para evitar las venganzas, para que nadie se “tomase la justicia de su mano”. Un juicio es un foro donde se contrastan aspectos científicos, periciales, demostrativos, con otros subjetivos, interesados, contradictorios. Escuchar al abogado y al Ministerio Fiscal, es ver el anverso y el reverso. Y ese es el juego, verbalizar, convencer, intentar demostrar, generar duda.

¿Qué pasó? ¿Cuál es la verdad? ¿Qué se dijo? ¿Qué se calló? ¿Qué se interpretó?

No, la Justicia no puede llegar al fondo de la conciencia individual para saber lo que sintieron, lo que sienten los que se vieron envueltos en aquellas circunstancias.

La Justicia necesita probar, precisa demostrar. Y eso no siempre es fácil. Y quedan dudas, y pruebas que hay que desechar.

Pero hoy, y tras mucho debate, la Audiencia de Navarra ha dictado sentencia. Creamos en la Justicia. No nos proclamemos jueces, no nos corresponde, no hemos apreciado todo lo que ellos han tenido que valorar.

Es peligrosa una sociedad que busca el linchamiento, sería peligrosa una Justicia que no da respuesta a las víctimas. Sería terrible no creer en nuestros operadores jurídicos.

Más allá de estar de acuerdo o no con las sentencias, apoyemos a quienes tienen la difícil labor de dictar una resolución siempre compleja, como lo es el ser humano, y más en tales circunstancias.

Javier Urra

Primer Defensor del Menor

Javier Urra fue el primer Defensor del Menor. Es doctor en Psicología y en Ciencias de la Salud. Es Académico de Número de la Academia de Psicología de España y Director clínico de Recurra Ginso. Además, es experto Psicólogo Forense y trabajó para el Tribunal Superior de Justicia de Madrid

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