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El PP estalla por los aires

sábado 19 de febrero de 2022, 10:24h

Si la oposición acusa al gobierno de que en su seno no hay luz ni taquígrafos, dentro del principal partido de la oposición tampoco la cosa parece ser muy distinta. De pronto, y antes de pasada una triste semana de representar una paz falsa por la celebración de las elecciones en Castilla y León, el escándalo estalla otra vez, y con más fuerza que nunca, en las filas del Partido Popular (PP).

El jueves 17 de febrero, los ciudadanos nos levantamos atónitos, sin dar crédito a lo que leíamos, oíamos y veíamos. En todos los medios se hablaba de un presunto espionaje de Génova a Díaz Ayuso instrumentalizado a través de una empresa vinculada al Ayuntamiento de Madrid. Con él trataba de demostrarse una presunta mediación de Ayuso para beneficiar a su hermano en la compra de material sanitario y en plena pandemia.

A las 9 de la mañana, sin perder ni un minuto, José Luis Martínez Almeida convoca a los medios para hablarles solo en calidad de alcalde, no de portavoz del PP, y niega absolutamente que haya habido ningún directivo ni funcionario del Ayuntamiento de Madrid que haya contribuido en esos fines y que, de haberlo, sería sancionado inmediatamente.

Al mediodía, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, se lanza en tromba contra el presidente de su partido y lo acusa de actitudes mafiosas: “Lo que está haciendo conmigo Casado es lo peor que se puede esperar de los políticos”.

La crónica del día no termina con las declaraciones de Ayuso, no. A las 15 horas, Teodoro García Egea, secretario general, responde a Ayuso con la apertura de un expediente informativo y la fulminante amenaza de una posible expulsión del partido. La guerra está servida.

Probablemente en las sedes del PSOE, Podemos, Vox y el resto de partidos con representación parlamentaria, puede que incluso en la Moncloa, haya descorches de botellas para celebrar el “espectáculo”. De paso, para aprovechar la debilidad extrema de Casado, en Moncloa no me extrañaría nada que se esté planteando para este mes de marzo llevar al Congreso el debate del Estado de la Nación o, incluso, anunciar una próxima convocatoria de las elecciones generales, cuestión que acabaría por hacer añicos en estos momentos al PP.

Las declaraciones siguieron lloviendo sobre la opinión pública: El PSOE desmiente rotundamente que Moncloa filtrara informaciones al PP sobre Díaz Ayuso. Dimite Angel Carromero, mano derecha de Almeida en el Ayuntamiento madrileño y presuntamente vinculado al espionaje a Ayuso. Álvarez de Toledo pide la dimisión de Casado. Esperanza Aguirre la de Egea. Por la tarde se suceden dos pequeñas manifestaciones en favor de Ayuso y contra Casado y Egea. A última hora del día –y siguiendo la tendencia del denostado Sánchez con La Sexta-, Casado y Ayuso –por separado-, deciden comparecer, no ante todos los medios, sino en uno de los afines, la cadena COPE, en el programa matinal de Carlos Herrera.

Entre tanto, los editoriales de los diarios en la mañana del viernes 18 titulan con decisión ante el terremoto vivido en el seno del principal partido de la oposición a Sánchez. Como muestra, dos botones: “El PP está obligado a llegar hasta el final” (La Razón), “El PP no puede seguir en estas manos” (El Mundo).

Doble rasero

Las constantes acusaciones del PP al secretario general del PSOE y presidente del gobierno de estar mucho más preocupado por mantener su situación personal que por el bienestar común de los españoles, tiene en el PP una réplica perfecta: haced lo que yo digo, no hagáis lo que yo hago.

Los hechos demuestran que no se puede ser más torpe. Y aquí no se exculpa ni a la dirección del PP ni a Ayuso. No solo es que el PP no ha sabido dirimir sus diferencias internas, sino que, además, salen a la luz y de la forma más virulenta, justamente en un momento de paulatina debilidad de Pedro Sánchez al frente del gobierno, no solo por las caídas de confianza entre el electorado -salvo en Cataluña-, en las últimas citas electorales autonómicas de Castilla y León, Madrid, Galicia y País Vasco.

Con adversarios como la actual junta directiva del PP no sería nada extraño que Pedro Sánchez se mantuviera al frente del gobierno, no ya dos años más, sino una nueva legislatura al menos. Y, por supuesto, que el PP siga el mismo camino hacia la progresiva irrelevancia que ya ha alcanzado Ciudadanos y, por ende, que le faciliten a Vox la jefatura de la oposición. Lo de Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, desde luego, acabará siendo objeto de estudio en las facultades de Ciencias Políticas y en los másteres relacionados con el tema como los campeones de la torpeza política. No es que ya se haya comenzado a dividir el PP, sino que, además, y aún es más lamentable, están dividiendo a la militancia y ahuyentando a su propio electorado, que ya está harto de ver la manifiesta incapacidad de sus dirigentes a la hora de buscar alternativas al gobierno.

No resolver en cuestión de días –los menos posibles-, el conflicto interno del PP, y que dimita quién tenga que dimitir, es hacer un flaco favor al partido, a sus electores, al sistema de partidos, y al país. Es la hora de la verdad, de anteponer el servicio a España al interés personal, por muy legítimo que sea este.

Así las cosas, desde luego, el Congreso Nacional del PP en julio –si es que no se precipita y acaba celebrándose antes-, va a ser un polvorín en el que no solo puede estallar el partido sino incluso la estabilidad política nacional.

Alguien tendrá que finalizar en el PP su carrera política. Lo que no se sabe muy bien -al menos por ahora-, es quién o quiénes.

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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