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Pandurang Khankhoje en su laboratorio
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Pandurang Khankhoje en su laboratorio (Foto: Tina Modotti)

Arte, ciencia, sueños y revolución

miércoles 20 de diciembre de 2023, 10:16h

Hace diez años, la pediatra india Savitri Sawhney escribía: “Muchas veces no son los lazos de sangre los que forman una familia: es la ideología, los sueños compartidos, las metas compartidas. Esto les sucedería en los años 1920 a tres amigos y camaradas, compañeros como se dice en español, Tina Modotti, Diego Rivera y Pandurang Khankhoje, provenientes de tres continentes diferentes, pero unidos en sus elevados ideales de aliviar los males de la humanidad”.

Se refería la doctora al encuentro hace un siglo de, por orden de cita, la gran fedataria gráfica de la posrevolución, fotógrafa oficial del gran movimiento artístico muralista, y precursora del fotoperiodismo; al muralista mundialmente famoso tanto por plasmar obras de alto contenido político y social en edificios públicos, como por su matrimonio con Frida Kahlo; y al agrónomo y genetista, por cierto su padre, que sentó las bases de una extraordinaria revolución verde que daría sus frutos en México, en la India, y en el mundo entero.

Mural 'Germinación', de Diego RiveraLa confluencia física, que la ideológica venía de tiempo atrás, se produjo en la Escuela Agrícola de la Universidad Autónoma de Chapingo, en la capital mexicana, donde Rivera pintaba el mural Germinación, con Modotti de modelo, y Khankhoje impartía clases como profesor de agricultura, al tiempo que investigaba sobre el cultivo de variedades de trigo resistentes a enfermedades o plagas y en la evolución del maíz, alimento básico de México.

Fue un momento mágico que Sawhney describe así: “Desde el Renacimiento, ningún país había visto tal explosión de arte; la historia pasada de una nación y los rostros del nuevo orden, la decadencia de la sociedad y las luchas de los pobres, retratados con toda la fuerza y ​​expresión donde sólo la verdad puede prevalecer”.

Antes del encuentro providencial en Chapingo, Tina Modotti, de quien se ha hablado en estas páginas en distintas ocasiones a propósito de su destacado papel en la Guerra Civil española y como responsable de la publicación del poemario Viento del Pueblo de Miguel Hernández, se había formado profesional y sólidamente con el fotógrafo estadounidense Edward Weston, uno de los grandes del siglo XX a nivel mundial, cofundador del Grupo f/64, pionero de la fotografía directa, en el uso de una cámara de placas en formato 18 x 24, y en el empleo del primer plano en temas naturales para obtener imágenes hasta el momento inéditas.

Por su parte, Diego Rivera había consolidado una impresionante formación artística en el extranjero. En 1907, pensionado por el gobierno, se trasladó a España donde, en interminables jornadas en el Museo del Prado, estudió a fondo la obra de Francisco de Goya, El Greco y Pieter Brueghel, “el Viejo”, al tiempo que trabajaba en el estudio madrileño de Eduardo Chicharro, discípulo de Joaquín Sorolla y uno de los retratistas más famosos de su época. Dos años después se residenció en París, para sumergirse en el cubismo, de Pablo Picasso, Georges Brake y Juan Gris. Desde entonces hasta mediados de 1916 fue alternando estancias en Ecuador, Bolivia, México, Francia y España, y un año más tarde se introdujo a fondo en el postimpresionismo, influenciado por la pintura de Paul Cézanne, para pasar a Italia en 1920 con el propósito de conocer a fondo el arte renacentista. Pero por esas fechas la situación político-social mexicana había cambiado radicalmente con el nombramiento como Presidente de la Nación del revolucionario Álvaro Obregón, que designó como Secretario de Educación al pedagogo y filósofo José Vasconcelos, quien a su vez animó a Rivera a volver a su país para liderar el nacimiento de un arte popular, a través de grandes murales públicos, junto a otros artistas como José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros o Rufino Tamayo.

Cortes transversales de Maiz Granada, un maíz desarrollado por Khankhoje. Foto de Tina Modotti Por lo que se refiere a Pandurang Khankhoje, nació en Wardha, India, en 1884, donde pasó infancia y juventud, formándose académicamente y participando de manera muy activa en movimientos independentistas como padre fundador del partido multiétnico Ghadar. Aún casi adolescente se trasladó a San Francisco, Estados Unidos, donde trabajó como lavaplatos, camarero, limpiador y asistente de hospital, hasta que pudo ahorrar lo suficiente para matricularse en el Universidad de Berkeley, California, para estudiar ciencias agrícolas, y en la Academia Militar, también californiana, de Mount Tamalpais, donde se formó para luchar contra los británicos que invadían su patria. Después, volvió a Europa, viajó por Francia y Alemania, visitó la Unión Soviética, donde mantuvo largas charlas con Vladímir Ilích Uliánov, “Lenin”, para después pasar por Irán, Japón y Afganistán, intentando entrar en India desde el Baluchistán, hoy territorio pakistaní, confiando en la llegada del armamento que le habían prometido los alemanes. Pero la aventura fracasó y en 1924, se encontró investigando y ejerciendo la docencia en Chapingo, un crisol donde se funden aspiraciones revolucionarias, directas herederas del pensamiento de Emiliano Zapata, para mejorar la vida de los oprimidos, ausentes de la historia y desheredados de la fortuna, desde la pintura, la genética y la fotografía.

Khankhoje trabaja tenazmente en la mejora de especies y cultivos, descubre las plantas que dieron origen al maíz, una creación humana con más 6.000 años de antigüedad, y con el apoyo económico y político de Rivera, funda, entre 1926 y 1928, más de treinta Escuelas Libres de Agricultura, para mejorar las técnicas agrícolas, experimentar en variedades y decidir el mejor cultivo para cada región; unos métodos que informarían decisivamente y años más tarde la llamada “Revolución Verde” del estadounidense Norman Borlaug, considerado el padre de la agricultura moderna.

'El pan nuestro', de Diego Rivera, con Pandurang Khankhoje en el centroAl agrónomo y genetista indio le sigue a todas partes Tina Modotti, que fotografía minuciosamente variedades para monográficos científicos, y festivos acontecimientos sociales de éxitos rurales e inauguraciones de escuelas. Rivera inmortaliza a Khankhoje en un mural El pan nuestro dentro del Ministerio de Educación, donde el sabio revolucionario, figura central de la composición, distribuye pan a los humildes en clara alegoría agnóstica de la Última Cena bíblica.

Tina es expulsada de México en 1930, en el contexto de una oleada anticomunista premacartista, y Khankhoje vuelve a su país natal en 1955, donde vive algunos años para ver los fructíferos resultados de su hazaña.

A su muerte, en 1962, su hija, Savitri Sawhney, va destapando cajas del progenitor y descubre sesenta fotografías, algunas de ellas firmadas por Tina y con cuños de la autora. Con ese material, el 15 de octubre de 2012 se inaugura en la Galería de Arte del Instituto Italiano de Cultura de Nueva Delhi una exposición con el título El fuego no muere. Tina Modotti y Pandurang Khankhoje. Arte y Revolución. En junio de 2022, Savitri dona buena parte de ese fabuloso legado a la Fototeca Nacional de México, sita en Pachuca de Soto, que hoy dirige brillantemente el historiador Juan Carlos Valdez Marín. Una visita a esta institución ya es una entre otras mil razones para conocer la capital de un Estado mexicano, Hidalgo, que además acoge en su territorio 9 Pueblos Mágicos y 28 Pueblos con Sabor.

Porque, como dijo la propia Sawhney sobre esas fotografías: “… aunque sean de plantas, tienen una vida y una luz especial; un fulgor que no se encuentra en fotografías normales”.

Miguel Ángel Almodóvar

Sociólogo y comunicador. Investigador en el CSIC y el CIEMAT. Autor de 21 libros de historia, nutrición y gastronomía. Profesor de sociología en el Grado de Criminología.

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