Diarios de un catalán en San Isidro 2022: Un público distinto en el reencuentro

Una vez en el palco de prensa (confortable, porque cuenta con respaldo, aunque hay que hacer malabarismos para llegar a la fila 5 con tus pertenencias) la visión panorámica es buena. No obstante, se te escapan muchos detalles: sobre todo lo que acontece en la zona de sol, y resulta dificultoso discernir cómo ha quedado colocada la espada tras la suerte suprema.

El jueves se ofrece la llamada “corrida internacional” con un peruano (Joaquín Galdós); un francés (Juan Leal). Y la tarde comienza con la desagradable cornada del toricantano Rafael González, la “representación española” del cartel, ya en su primer toro. Saludo al colega colombiano Víctor Diusabá (que ha escrito un libro sobre la Monumental de Bogotá, y anda preocupado por la deriva taurina que está sufriendo esa nación). Este compañero firma su crónica en El País, edición de Cali, cuando tienen lugar las ferias de esa ciudad, Manizales, etcétera.

Titulamos “Público distinto”, porque el de las Ventas ha cambiado (paralelamente a cómo lo hace la sociedad española). El tendido 7 protesta muchas veces a destiempo. Sin embargo en esta tarde le afean, creo que con razón, a Juan Leal su insistencia en un valor que se queda en eso valor, más que en torear. Y además se juega una cornada, que más allá de la oreja que propiciaría, no tiene mucho sentido. Por fortuna no llegó, aunque sí sustos y muchos ¡ay!a granel…

Reaparición

En el último momento me entero que mi amigo Rafael Corbelle (legendario subalterno), recién salido de una leve covid, no puede asistir a su “reaparición” como espectador en las Ventas el viernes 3 de Junio porque, justo ese día,su hija se encuentra mal de salud. En el palco de prensa tengo como compañeros, además de los habituales, a la directora del programa de TVE “Tendido Cero” Belén Plaza, y la mujer de mi admirado Javier Hurtado, Elba. Otro aspecto curioso que observo en las Ventas son esos gritos sorpresivos y en momentos poco propicios, del “¡Viva España!”(como si andáramos pendientes de quién es más patriota, o nacionalista español)…

En el exterior de la sala de prensa he conocido a la nueva (aunque realiza su labor desde agosto del 2019) alguacililla Belén López, y es que no deja de ser sorprendente una mujer en esas labores (al menos en las Ventas) donde también hay una timbalera, y una fémina que trabaja en tareas de barrendero/ra.
En las tardes de lleno, como ese viernes 3 y el sábado 4 (con los toros de Adolfo Martín) se intercambian gritos de protesta y todo lo contrario, entre los palcos de sombra y- otra vez- los del 7, que a veces parece que llegan un tanto “amargados” a la plaza, afean al torero su colocación, y rompen el “sagrado silencio” que el público debe guardar cuando un torero se la está jugando a cara y cruz, especialmente a la hora de entrar a matar.

También es cierto que en algunos de los palcos lindantes a los de prensa, ves a la gente más preocupado por la croqueta, el pastelito, o el canapé, que de observar atentamente lo que está ocurriendo durante la lidia. Suelen ser invitados, dispuestos a aplaudir todo y como decía el cómico Pépe Rubianes “hemos venido a divertirnos...¡Por las buenas, o por las malas!...”

Pintura

Antes de subir al palco la tarde del sábado, veo la exposición del pintor José Puente, anunciado como “el pintor de los toros” (hijo también de pintor), en su 20 aniversario, en la sala Antonio Bienvenida. Y están expuestos los libros de nuestra amiga Muriel Feiner, que versan sobre el Barrio de las Letras madrileño (más allá de los toros). Muchos aficionados encuentran en esa sala, huyendo del calor, un lugar ideal para leer sentados los programas de mano, mientras esperan la hora de ir hacia sus localidades.

La Banda de Música, a cuyos mandos está Rafael Zahonero, ameniza las esperas cuando se produce la devolución de una res, y la verdad es que en algunos pasodobles, lo borda (mientras servidor, incluso los graba en el pequeño casete para las entrevistas, y así poder llevarse un recuerdo sonoro de su estancia tres tardes en las Ventas).

Cuando acaba la corrida en el Bar El Capote, que llevan unos peruanos, los aficionados llenan el interior (y también en la coqueta terraza) mientras comentan la recién finalizada corrida (y pueden observar si están dentro, la repetición, a través de las cámaras de Canal Toros Movistar). De todas formas, encontrar mesa en ese y otros bares de los aledaños de las Ventas, es misión casi imposible...Ah!, y si prefieren las barras del patio de arrastre que se llenan con los aficionados que vienen de su localidad, llévense audífono, porque ponen la música a todo volúmen- exagerado- y es difícil comunicarse personalmente, o