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La campaña electoral vasca llega a su fin...

La campaña electoral vasca llega a su fin...

viernes 27 de febrero de 2009, 17:31h
La campaña electoral vasca ha llegado a su fin casi como comenzó: con la incertidumbre sobre el resultado que nos deparará las urnas tras la cita del domingo, del 1 de marzo. ¿Ganará el PNV, y con él Juan José Ibarretxe; conseguirá el PSE, de Patxi López, liderar el tan esperado cambio; los populares vascos, con Antonio Basagoiti al frente, habrán podido evitar la caída que se les auguraba? Y los demás, Eusko Alkartasuna, Ezker Batua, Aralar y UPD ¿podrán sumar los escaños suficientes a los grandes para inclinar la mayoría absoluta, los 38 escaños que son necesarios, de un lado, el de los nacionalistas, o del otro, el de los constitucionalistas? ¿O no cambiará nada, y todo seguirá igual después del 1 de marzo en el País Vasco?
Pronósticos para todos los gustos y resultados inciertos

La verdad es que hay pronósticos para todos los gustos, sesudos análisis que avalan una u otra posibilidad. Claro está que, como en todo, en esto de la cabalística electoral influye mucho el filtro, el calidoscopio con que se miren las cosas. Pero de lo que no cabe duda es que el resultado es incierto y que un pequeño margen de votos puede ser decisivo para dar o quitar la victoria, el éxito de lograr esa mayoría necesaria para poder situar en el sillón de Ajuria Enea a un candidato u a otro.

    Por eso los partidos, los candidatos han centrado sus penúltimos discursos, sus últimos mensajes en los indecisos, en aquellos votantes que al final de la campaña aún no tienen decidido su voto, que sí van a acercarse hasta las urnas pero que todavía no saben a quién votar, en quién confiar. Un colectivo, un segmento de votantes que, según se calcula, puedan sumar a estas alturas un 20% de electores.

Los candidatos queman los últimos cartuchos



A ellos se ha dirigido Ibarretxe conjurándoles a seguir confiando en su experiencia, con la garantía de quien nadie mejor que él para defender los intereses de “los de aquí”. A esos mismos votantes a los que Patxi López ha pedído el voto para  sumar “puños y rosas” y poder gobernar “sumando voluntades, sin hipotecas”.  Y a los que también Antonio Basagoiti ha apelado para que el PP sea el verdadero garante del cambio, de que el próximo lehendakari no sea nacionalista.

    Las caravanas electorales llegan a su estación término y los focos de los escenarios están a punto de apagarse del todo. A partir de este momento, la decisión la tienen los poco más de 1.750.000 ciudadanos vascos con derecho al voto. En su mano está que el País Vasco tenga por cuatro años más, tras 28 consecutivos de gobiernos nacionalistas, un lehendakari nacionalista  o de que, por el contrario, haya un relevo y ocupe el sillón de Ajuria Enea un vasco no nacionalista. Al fin y al cabo, los dos serán vascos, los dos intentarán gobernar pensando que lo hacen lo mejor que pueden y que saben para el conjunto de los vascos. La suerte está echada. Como dijo aquel maestro de periodistas, Edward R. Murrow. al que luego ha parafraseado algún político conocido por todos: “Buenas noches, y buena suerte”. 


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