Al inicio del acto electoral, no han faltado los dantzaris ni el txistu, con una estética postmoderna alejada de las formas folclóricas del nacionalismo, pero también la música pop a la que el candidato de los socialistas vascos es tan aficionado. Y, en el frontispicio del recinto, conjurando a todos los presentes la frase “
Zeuk erabaki” ( Haz que suceda).
En las gradas se daban cita varias generaciones de socialistas, de diversas procedencias. Llegados de las tres capitales vascas y de otras muchas localidades y rincones de la geografía de Vizcaya, de Guipúzcoa y de Álava. También de Lazcano, cuya Casa del pueblo saltaba por los aires en la madruga del lunes al estallar una bomba de ETA. Por eso muchos de los asistentes a este acto habrán tenido un recuerdo para el joven
Emilio Gutiérrez, que no ha podido estar aquí presente por los motivos de todos conocidos.
En este marco, los militantes más veteranos han compartido ilusión y entusiasmo con los más jóvenes. Éstos últimos han ocupado los lugares más próximos a los oradores en el graderío. Les acercaba la edad, las formas, la estética. Pero a todos ellos les ha unido el mismo objetivo de ayudar e impulsar a
Patxi López para alcanzar el 1 de marzo próximo la Lehendakaritza. Un objetivo añorado, desde tiempo atrás, por los viejos militantes, aquellos que cargan ya con muchas campañas electorales a las espaldas y más de una desilusión a cuestas y que ven su sueño, ahora más que nunca, al alcance de la punta de sus dedos.
Pero esta noche ha sido una noche de esperanza, de esperanza para el cambio y la llegada de un lehendakari socialista a Ajuria Enea. Ese ha sido el empuje y la fuerza que los asistentes han querido transmitir a su candidato, a los que el presidente del Gobierno también se ha sumado con sus palabras. Un Zapatero que se ha mostrado convencido de la victoria de Patxi López y a quién ha querido transmitir sus felicitaciones por adelantado. Y palabras de Zapatero también para la nostalgia al dedicar esta victoria a los militantes de la Margen izquierda de la ría de Bilbao, cuna del socialismo vasco y español. Y recuerdo también del presidente del Gobierno para los dirigentes y militantes del socialismo vasco, desde
Enrique Casas hasta
Isaías Carrasco, asesinados por ETA, que han dejado su vida, ha enfatizado Zapatero, por sus ideales y por este país. Apuesta y apoyo de Zapatero por un lehendakari como López que será, ha dicho una y otra vez, un lehendakari para todos los vascos.
El candidato socialista, por su parte, se ha mostrado dispuesto a encabezar un nuevo tiempo, y ha anunciado la llegada de la hora de la unidad y de la libertad, de dejar atrás
“la guerra de las galaxias y las naves de otros planetas”, de tener un lehendakari que cuente con todos y "
no dé la espalda a nadie”, la hora, ha subrayado, de reencontrarnos en los pactos entre diferentes. El domingo, ha sentenciado López, vamos a hacer historia y toca votar por la superación de las divisiones. Ha citado también por sus nombres a los compañeros asesinados por ETA y ha transmitido a los presentes que es un socialista vasco que sueña con levantarse el día 2 de marzo para comenzar a trabajar por la Euskadi de la Libertad y de la convivencia. Para concluir con un enérgico epílogo de su discurso, en el que no ha faltado un encendido tono lírico, pidiendo el voto para hacer realidad el cambio el día 1 de marzo.
La apoteosis final ha llegado con los oradores y todos los integrantes de las listas socialistas de cada una de las tres provincias de pie en el estrado, a los sones de la música y al grito de
“ari, ari, ari, Patxi Lehendakari”.
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