Todos piden el cese del jefe de prensa censor

Manel Fran no sólo disfruta de una más que dudosa ‘fama’ por abroncar a un redactor de TVE que se ‘atrevió’ a ejercer de periodista y preguntarle al ministro Corbacho por cuestiones de su departamento, sino que, además, por su ‘talante’ ha obligado al propio ministro a dar marcha atrás en el desaguisado de su ‘dircom’ y a mostrarse dispuesto a conceder una entrevista al periodista de TVE siempre y cuando la pida con antelación.

El ministro ha tenido que salir al paso y señalar que si el periodista amenazado por Manel Fran se había sentido mal, que pedía disculpas, aunque también ha respaldado a su ‘dircom’, señalando a través de un portavoz del Ministerio que “este tipo de conflictos forman parte del desarrollo normal de la actividad informativa”. 

Condena rotunda de la APM

Pero ya era tarde para todo. La actitud prepotente de Manel Fran ha obtenido una respuesta contundente por parte de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) y de diversas asociaciones profesionales. A través de un comunicado, la APM ha dicho que el comportamiento del responsable del gabinete de prensa del Ministerio de Trabajo “merece condena y rechazo, por cuanto refleja reprobable ofuscación e inaceptable prepotencia”, y ha exigido del Ministerio una explicación y una disculpa ante el afectado y ante la opinión pública que es la “perjudicada por esos modos y semejante talante”.

Para la APM, son cada día más frecuentes los desplantes de políticos de todos los partidos a periodistas que ejercen su profesión y les incomodan, recordando que la función de los periodistas es informar, contar a la sociedad lo que ocurre, “ejercer de perros guardianes de las libertades y los derechos de los ciudadanos”. En ese sentido, el deber de los personajes públicos es “dar explicaciones, comparecer, responder a las preguntas, especialmente en el caso de personajes públicos compromete sobre todo a quienes están en el secreto del sumario, pero no a los periodistas cuyo trabajo es informar con respeto a la verdad y verificación de los hechos”.

Por tanto, “las amenazas, que lo son, del responsable de Prensa de Trabajo son inaceptables, deplorables, otro caso más en una escalada de desprecio al trabajo de los periodistas y una prueba adicional del deterioro de la democracia”. La APM ha apelado a los directores de los medios a responder de forma clara y rotunda a quienes amenazan y obstaculizan el ejercicio de una libertad esencial: la de informar.

Condena de las asociaciones de periodistas

En línea con la APM, la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) ha condenado igualmente la conducta del portavoz del Ministerio de Trabajo, que “revela una visión totalitaria de la comunicación, equiparable a la de un laborioso empleado del Servicio de Prensa del Movimiento o a la de un eficiente apparatchick del Soviet".

De igual manera, para el presidente de la Asociación Profesional de Informadores de Prensa. Radio, Televisión e Internet (APEI-PRTVI), Constantino Mediavilla, empieza a a convertirse en habitual que el periodista no pueda preguntar en comparecencias públicas, limitándose a escuchar la “doctrina que imparta el político de turno”. Y, desde luego, lo que “no es de recibo” es que “el responsable de comunicación de turno intente situarse por encima de la buena voluntad del ministro, consejero o concejal correspondiente que en muchos casos no muestra inconveniente en responder”.

Ahora bien, el caso del Ministerio de Trabajo está amplificado por “el tono despótico y amenazante que ese ‘jefe’ de comunicación escenifica ante un compañero de TVE utilizando métodos del pasado más recalcitrante”. Para la APEI-PRTVI “no es de recibo” la actitud de Manel Fran y, por lo tanto, piden al Gobierno y en especial a su Secretaría de Estado de Comunicación que “evite que situaciones tan lamentables como ésta -y que a buen seguro ella ni defiende, ni tolera- vuelvan a repetirse por la buena higiene del Estado Democrático y la Libertad de Expresión”.

También la Asociación de Periodistas de Defensa (APDEF) ha manifestado su rechazo a la “inaceptable actitud del director de Comunicación del Ministerio de Trabajo e Inmigración, Manel Franch i Trenchs”. La APDEF ha condenado las amenazas del ‘dircom’ por considerar que “no tienen cabida en una sociedad democrática como la española, donde la Libertad de Prensa es un derecho protegido por el artículo 20.1 de la Constitución de 1978”.

Señala la APDEF que “los periodistas tienen el derecho y el deber de preguntar lo que juzguen conveniente para informar con veracidad, mientras que los políticos y demás personajes públicos tienen el deber de permitir el libre ejercicio de la Libertad de Prensa, respondiendo lo que consideren más oportuno para que la sociedad española reciba una información veraz, como hizo el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho”.

La FAPE se une a la condena

También la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha manifestado su “más firme rechazo” a la actitud de Manel Fran i Trenchs: la Federación que preside Magis Iglesias considera que "este hecho constituye un agravio para toda la profesión periodística en España y exige al Ministerio de Trabajo que pida disculpas tanto al periodista afectado como a la opinión pública”.

Añade la FAPE que “consideramos inaceptable que además de la creciente tendencia de los personajes públicos a ofrecer ruedas de prensa sin preguntas, se vete y amenace a los periodistas que sólo intentan cumplir con su labor de informar de manera rigurosa y bajo el paraguas de la ética periodística”.