Los líderes, satisfechos con la cumbre que cambiará el mundo

Zapatero saca pecho tras la cumbre que aspira a cambiar ahora el orden financiero

jueves 02 de abril de 2009, 19:00h

Optimismo total de Zapatero tras el final de la cumbre del G-20 de Londres. El presidente, absolutamente satisfecho por sus encuentros con Obama, ha anunciado que es el fin de los paraísos fiscales, que habrá otra nueva cumbre en Estados Unidos en septiembre en el entorno de Nueva York en la que también participará España –“suscitamos estima como país”, dijo- y que nuestro país aportará 4.000 millones de euros al FMI para impulsar el crédito, el comercio y el empleo para los países emergentes y menos desarrollados. “Tenemos las condiciones para que la recesión tan intensa que estamos viviendo empiece a tocar fondo y veamos la recuperación”, dijo Zapatero al final de la cumbre.

No puede ser más optimista la versión que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha ofrecido de la cumbre del G-20 ampliado en Londres. En su comparecencia final ante la prensa, Zapatero se ha mostrado doblemente feliz: por un lado, por los acuerdos a los que se ha llegado en la propia cumbre, en la que, entre otras cosas, se han puesto las bases para acabar con los paraísos fiscales en el mundo; por otro lado, que por fin ha tenido la oportunidad de conocer, saludar y conversar con el presidente Obama, quien “me ha causado una gran impresión su cercanía, su capacidad de diálogo”, un buen feeling que Zapatero espera que culmine con el “entendimiento que va a ser muy fácil y muy positivo para España”. En definitiva, que “mi impresión ha sido realmente muy buena” y que, con Obama, Estados Unidos y el mundo “estamos en un momento de gran esperanza”.

    Zapatero ha explicado los acuerdos más importantes a los que se ha llegado en la cumbre de Londres, y lo ha hecho con una sonrisa tan amplia como su optimismo por los resultados que se esperan de la misma. Esos acuerdos comienzan con la constatación de los países participantes sobre que se ha puesto en marcha el mayor plan de acción fiscal concertado de la historia, con cinco billones de euros para facilitar una recuperación de la economía mundial.

Un Consejo estable y el fin del paraíso fiscal

En segundo lugar, se ha creado un nuevo Consejo de Estabilidad financiera para sustituir el Foro de Estabilidad financiera que incorpora al G-20 a los Países Bajos, Singapur, España y la UE. Un consejo con más poderes, que confirma la presencia de España, y al que se mandata para que actúe coordinadamente con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con el objetivo de perfeccionar unas normas que impidan que se produzca una situación como la vivida, “con productos sin garantía, sin control y que han provocado la recesión económica más grave desde la II Guerra Mundial”.

    Zapatero destacó en tercer lugar los 850.000 millones de euros que los países de la UE pondrán en el FMI para impulsar el crédito y el empleo en los países emergentes y menos desarrollados. Al mismo tiempo –y es uno de los grandes logros de esta reunión- se pondrá fin a una etapa de opacidad fiscal en los paraísos fiscales, algo “inadmisible” y antiético. “Los paraísos fiscales”, dijo Zapatero, “indignar a los ciudadanos y con razón…. Hoy ha empezado el principio del fin de los paraísos fiscales”.

    Y, en fin, que el G-20 ha rechazado el proteccionismo, “que no protege, perjudica mucho”, ya que ahora lo que se hace imprescindible es el incremento de la movilización de recursos a favor del comercio internacional.

Voluntad, unión, acuerdo

Los acuerdos de la cumbre de Londres, según la lectura de Zapatero, ponen de manifiesto dos cosas: que hay “voluntad de unión, de acuerdo, de entendimiento por parte de las grandes economías del mundo que representan el 80 % del PIB mundial, y que hay una determinación de todos los países de poner todos los medios para cambiar el sistema financiero” y recuperar la normalidad del crédito, imprescindible para la recuperación económica.

    En segundo lugar, según esa misma lectura, se ha puesto sobre la mesa la voluntad de que las reglas en el sector financiero sean distintas después de esta crisis. “Los ciudadanos van a exigirnos que estos objetivos se cumplan”, dijo Zapatero, quien destacó el cumplir el compromiso del milenio de lucha contra la pobreza. De hecho, según reveló el presidente, España aportará 4.000 millones de euros de las reservas del Tesoro al billón de dólares pactado por el G-20 para hacer frente a la recesión mundial.

    En esa valoración personal del presidente, es importantísima la decisión de la voluntad de los países participantes de poner fin a los paraísos fiscales –Zapatero negó enfrentamientos franco-alemanes con Norteamérica, aunque sí un serio debate-, para lo que se ha adoptado un “acuerdo decidido” que los respectivos ministros de Economía tendrán que reglamentar. “El fin lo veremos cuando todos los países tomen las medidas necesarias”, dijo Zapatero, quien añadió que la lista de paraísos fiscales es la que ha dado a conocer la OCDE… aunque hay países que ya están tomando medidas para no aparecer en esa lista, “lo cual es positivo”.

    Como “positivo” es que se haya llegado a un acuerdo de principios en torno a las remuneraciones de ejecutivos del sistema financiero, para “evitar los excesos” que se han producido en los últimos tiempos, excesos que en parte han sido causantes de la actual crisis.

    En definitiva, que para Zapatero “tenemos las condiciones para que la recesión tan intensa que estamos viviendo empiece a tocar fondo y veamos la recuperación. Tocar fondo ya sería una expectativa muy positiva”. O, lo que es lo mismo, que “esta cumbre contribuye a la confianza: ha habido unidad y decisiones y facilitará la recuperación”.

    Al término de su conferencia de prensa, Zapatero confirmó que habrá otra cumbre del G-20 en otoño en Estados Unidos coincidiendo con la Asamblea General de la ONU en la que “por supuesto que cuento que España esté, como ha estado en Washington y Londres”. ¿Por qué? Pues porque “suscitamos estima como país”.