Abucheos de los que dicen que aman a España

miércoles 13 de octubre de 2010, 14:14h

Esta vez vamos a ponernos enérgicos. Me apetece decir varias cosas que algunos me dejan en bandeja. Hablo del desfile militar. De la Fiesta Nacional. De las exaltaciones patrióticas. De las faltas de respeto. De los boicoteadores y de los que creen que la libertad de expresión es sinónimo de libertad de mala educación.

Del desfile militar sólo puedo decir que me parece ridículo que la forma de celebrar el 12 de octubre tenga que ser siempre con un desfile de Fuerzas Armadas. Estamos en el siglo XXI y aunque presumamos de que nuestras tropas ejerzan labores humanitarias en países donde se pasan penurias o necesitan protección, no tiene sentido hacer gala de fuerzas militares. Lo siento por quien se pueda sentir molesto por lo que voy a decir a continuación, pero lucir Ejército es propio de regímenes dictatoriales o militares. Desde la Roma imperial pasando por la Alemania nazi. Y por supuesto que no estoy afirmando que quien disfrute viendo este desfile sea un nazi, o un fascista. Ni mucho menos. Pero no considero que la sociedad española, mayoritariamente, esté a favor de este tipo de desfiles que, además, tienen un alto coste económico. Por supuesto, esa misma Administración pública es incapaz de subvencionar actos culturales de otro tipo. Pero para enseñar músculo, sí se gasta lo que haga falta. Alabo, de la misma manera, que este año se hayan recortado un poco los presupuestos, con algo sensibilidad social ante la crisis.

De la Fiesta Nacional pienso que no hay nada de nacionalista o de exaltador patriótico en ello. Todos los países tienen un día que les representa. Y como estamos todos hartos de decir, a nadie le puede molestar que se ondeen banderas que representan a todos. Pero lo que no importa son las formas, sino el fondo. El fondo de algunos -impero, de algunos- cuando salen a la calle en estas citas es la propia frustrados que lleva todo el año escondidos y aprovechan estos momentos para exaltar a la madre patria. Yo, miren, no comprendo ni comparto ese sentimiento, aunque sí lo respete. Pero ya otra cosa bien diferente es que plataformas o partidos como Falange se organicen para boicotear el desfile y hacer más llamativo el abucheo anual a Zapatero. Lamentable. Igual de lamentable que el silencio del PP. Ni Rajoy ni Soraya Saénz dijeron nada para criticar estos actos organizados, como sí hizo el Rey.

Y ahí entramos en las faltas de respeto. Los mismos a los que se les llena la boca con la palabra España" son los que faltaron el respeto a los caídos por la Patria. A los soldados fallecidos en acto de servicio en distintas misiones de paz -discutibles o no-, como es Afganistán. Ya lo dijo el Rey, también lo dijeron socialistas y miembros del Gobierno. Revilla también, enojado por ello. Hablo de los abucheos y silbidos que no cesaron ni cuando había que rendir homenaje a esos soldados fallecidos. Una absoluta falta de vergüenza.

Pero claro, luego escucho perplejo a Esperanza Aguirre decir que "hay que respetar la libertad de expresión". Pero Esperanza... ¿quién ha dudado de ello? Hay una cosa que se llama respeto. Educación. Saber estar. Y por supuesto sabemos que las masas son incontrolables. El problema es cuando están organizadas y no se trata de un acto espontáneo de exposición de la 'vox populi'. Aguirre es la misma que quiere libertad de expresión y que sin embargo se encara con los trabajadores sanitarios que la abuchean en las inauguraciones de hospitales mientras mastica su chicle con energía.

Insisto. No es ésta la España que me gusta. Me gusta más la que gana un Mundial y une a todos, con banderas y colores nacionales, sin más emoción que la de un triunfo, la alegría y la euforia. No la del 'viva España' porque sí, porque hay que decirlo. Y mucho menos la España que reprocha a los demás que no sientan lo mismo. No me gusta la España que saca una cabra -en realidad un carnero- para representar a la Legión. Ni la España, ni la Alemania, ni la Francia ni ninguna nación que para festejar su día nacional tiene que hacer volar aviones, montar ruido y hacer desfilar soldados saludando al palco de autoridades. No. No me gusta.

Pablo M. Beleña
Director Diariocrítico.com