Albacete: triunfalista despedida de El Juli… casi sin toro

Pero hete aquí que el que abrió función, de esta última divisa, chico y feo, sacó casta. Cumplió en el caballo, se dolió en banderillas y llegó a la muleta con amplia codicia, motivos por los que fue premiado de manera excesiva con una vuelta al ruedo. El Juli no se dejó ganar la pelea, a su manera ventajista -como todos, lo que no le exculpa- pero con cierta ortodoxia y siempre sin musa.

Lo muleteó de tal guisa, con el público volcado, se quedó muy quieto en tres cambios de mano con los pies clavados en el platillo y lo despenó con su eterno truco del julipié. Abriendo así la habitual tómbola orejera del palco albaceteño lo ocupe quien lo ocupe. No pudo redondear en el novillo (por trapío), perdón, toro (por edad) cuarto, que se movía con un trote cochinero, en una faena insulsa y sin un solo pase ortodoxo, pero la tómbola le premió con un trofeo de despedida.

Doble trofeo también echó en su esportón Roca Rey, quien tras un variado quite por tafalleras, farol y larga, aplicó su no menos habitual lidia, iniciada de hinojos por delante y por detrás y continuada con vulgar aceleración. En una de estas series, el animal le volteó y persiguió con saña, por fortuna sin herirle aunque dándole una buena paliza. Ya se sabe que el peruano, consciente de ser la única figura que llena, no se arredró y cascabeleó lo mejor de su tarde brillando en varios naturales para tirar de efectismo: circulares, arrimón y bernadinas, eso sí, muy ajustadas.

Dio igual que la tizona quedara rinconera para el doble premio. Asegurada la salida a hombros, Roca no se tapó con el último, también de Jandilla, en una faena similar con un atractivo final de trincherillas y adornos. Pero esta vez marró repetidas veces con las armas toricidas y no fue el novillo (por trapío), perdón, toro (por edad) al corral porque los presidentes suben al palco sin reloj.

Convidado de piedra en el festejo fue el lorquino residente en la capital manchega Paco Ureña -tan maltratado por las empresas- que sólo dejó la esencia de su capote en unas gaoneras ante el descastado segundo, con el que tiró de arrimón para aspirar a uno de esa fruslería de trofeo tan habitual este año en Albacete. Y también en la mejor serie de verónicas de todo el abono en el quinto, que igualmente le permitió unos redondos de expresión artística y la muleta a rastras, pero con el que también se atragantó con el estoque.

FICHA

Cuatro toros de DANIEL RUIZ, anovillados, nobles y sin fuerza, con 4º y 5º descastados. Dos de JANDILLA: también chicos, nobles y flojos, con 1º encastado y premiado con la vuelta al ruedo. EL JULI: dos orejas; oreja (salió a hombros). PACO UREÑA: oreja; ovación. ROCA REY: dos orejas, palmas tras dos avisos (salió a hombros). Plaza de Albacete, 15 de septiembre, 8ª de Feria. Lleno de ‘no hay billetes’.