Con el paso de los días se va extendiendo la preocupación por los efectos económicos del coronavirus. En China, después de las festividades prolongadas del Año Nuevo Lunar, algunas ciudades permanecen cerradas, se mantienen las prohibiciones de viaje y siguen activas las órdenes de cuarentena. Muchas fábricas aún no han retomado su actividad, interrumpiendo las cadenas de suministro en China y en el exterior, afectando a sectores como el de la electrónica, automoción, textil, productos químicos, etc.
El Banco Central de China anunciaba ayer un recorte de los tipos a medio plazo y el Gobierno también ha anunciado planes para recortar impuestos para ayudar a las empresas. El impacto de la crisis se extiende y la directora gerente del FMI dijo el domingo que el crecimiento de la economía mundial, estimado para el 3,3% en 2020, podría verse rebajado entre un 0,1 y un 0,2%, aunque señaló que es demasiado pronto para conocer el impacto por el coronavirus. Países como Singapur, muy dependientes del comercio exterior, ha rebajado su pronóstico de crecimiento para 2020, y anunció que podrá en marcha medidas para tratar de reducir el impacto económico del Covid-19.
Ayer el banco Central alemán, el Bundesbank, adelantó que el crecimiento económico seguirá siendo débil en el primer trimestre de 2020, y que la crisis por el virus, podría alterar las cadenas de valor y suministro de las empresas alemanas.
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