La RFEF ha emitido un durísimo comunicado en el que dice que "toma nota" y no cede ante el órdago lanzado por 15 jugadoras de la Selección femenina de fútbol.
La Federación ha explicado que el jueves recibió 15 correos electrónicos de ese mismo número de jugadoras de la selección absoluta femenina, donde critica hasta que "casualmente todos" tenían "la misma redacción".
Reconoce que en sus cartas "manifiestan que la actual situación generada les afecta de forma importante en su estado emocional y en su salud y que, mientras no se revierta, renuncian a la selección".
En concreto, como se sabía desde la anterior convocatoria, la rebelión de parte del vestuario es contra el seleccionador Jorge Vilda, con quien el choque es total.
"La RFEF no va a permitir que las jugadoras cuestionen la continuidad del seleccionador nacional y de su cuerpo técnico, pues tomar esas decisiones no entra dentro de sus competencias", ha ratificado el organismo. Además, deja claro que "no va a admitir ningún tipo de presión por parte de ninguna jugadora a la hora de adoptar medidas de ámbito deportivo".
"Este tipo de maniobras se encuentran alejadas de la ejemplaridad y fuera de los valores del fútbol y del deporte y son nocivas", critica el comunicado.
Aviso a las 'rebeldes'
Aparte de no coincidir con sus presiones, la RFEF amenaza a las 15 futbolistas con tomar medidas: "De acuerdo con la legislación española vigente, no acudir a una llamada de la selección es calificado como una infracción muy grave y puede acarrear sanciones de entre 2 y 5 años de inhabilitación". Casi como una sanción por no acudir a la llamada a filas en un ejército.
Sin embargo, considera que no las está presionando: "Al contrario de la forma de actuar de estas jugadoras, quiere dejar claro que no las llevará a este extremo ni las presionará. Directamente, no convocará a las futbolistas que no desean vestir la camiseta de España. La Federación contará únicamente con futbolistas comprometidas aunque tenga que jugar con juveniles".
El hecho de mencionar a las juveniles supone un contra-órdago a estos pesos pesados del vestuario, dejando claro que no cederá a un presunto chantaje y que prefiere no competir con nivel en los torneos antes que darles la razón: "Este hecho ha pasado a ser de una cuestión deportiva a una cuestión de dignidad. La selección es innegociable. Es una situación sin precedentes en la historia del fútbol, tanto masculino como femenino, en el ámbito español y mundial".
En cuanto al futuro para estas 'rebeldes', la RFEF deja claro la forma de regresar a la Roja: "Las futbolistas que han presentado su renuncia únicamente regresarán en un futuro a la disciplina de la selección si asumen su error y piden perdón".
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