Las razones del Real Madrid para descartar finalmente a Mbappé

Tras varios años de intentos, dimes y diretes y promesas de fichaje, parece ser que finalmente el Real Madrid ha descartado el soñado fichaje de Kylian Mbappé.

Las razones son principalmente económicas, pero también deportivas, y poco a poco se han ido conociendo tras el comunicado bomba de esta semana sobre el jugador francés.

Y es que recientemente, en un comunicado oficial que sorprendía a muchos, el Real Madrid notificó que desmentía estar negociando con el futbolista del PSG, sobre todo por encima de lo que dictan las normas sobre jugadores con contrato en vigor en otros clubes.

Aunque en un primer momento algunos lo interpretaron como que la entidad blanca no quería verse relacionada con informaciones sobre rumores de fichajes y no ser acusado por parte del PSG de estar negociando con Mbappé, la realidad es que fue el primer paso para el adiós definitivo.

Cuestiones económicas

La principal razón para descartar a Mbappé tras tantos años deseando su fichaje, sobre todo en 2022, cuando estuvo prácticamente hecha su llegada pero a última hora renovó con el PSG ante las presiones de todo un país, es la de los motivos económicos.

Ahora mismo el Madrid tiene una política de gasto moderado, por diversos motivos. Primero, que Florentino Pérez es consciente de que los clubes tradicionales no pueden hacer frente a la economía del fútbol actual, disparada por los clubes-Estado árabes y otros inversores internacionales. Los precios de los jugadores están disparados y los ingresos en España son muy moderados. De ahí que apostara por la Superliga como único futuro viable a nivel financiero.

Así las cosas, encajar salarialmente a Mbappé se precia imposible en estos momentos en la economía madridista. Sus estrellas actuales, tales como Vinicius y el recién llegado Bellingham, cobran algo más de los 20 millones de euros por temporada en cantidades brutas (totales). Unos 12 limpios para estos jugadores. Mbappé, que además llegaría libre, exigiría una cantidad mayor, ya que actualmente se calcula que estaría cobrando un mínimo de 50, aunque se especula con cifras muy superiores. La escala salarial es otro tema económico que se une a estas razones. Se piensa que pagar tanto al francés supondría a la larga recelos y peticiones de aumento de otros jugadores de la plantilla, lo que llevaría a un aumento considerable del gasto total en fichas.

El club está aún afrontando el pago del nuevo estadio Santiago Benabéu, y aunque el plan de pagos es a casi 30 años, ha supuesto sacrificios de austeridad presupuestaria. Las cantidades contempladas tuvieron que aumentarse por el incremento de precios de los materiales de la obra por la guerra de Ucrania, además de los problemas con el césped, que llevó a un cambio de guión, que terminó en la construcción de un hipogeo y un sistema retráctil para su retirada.

Razones deportivas

Además, hay muchas dudas en el futuro deportivo del equipo. Aunque todo está vinculado, lo económico y lo deportivo, el club tiene que decidir qué pasará con Carlo Ancelotti tras esta temporada. Tiene una oferta en firme de Brasil y se duda entre confiar en Raúl González o Xabi Alonso para el futuro. Ni siquiera se sabe bien si estos entrenadores pedirían no contar con Mbappé para no descuadrar la plantilla.

Aparte, desde hace años se ha apostado por una política de fichajes de jóvenes talentosos para el ataque, con los ejemplos de Vinicius, Rodrygo, Brahim, Bellingham, Güler... que se suman a los jóvenes centrocampistas como Camavinga, Tchouaméni o Valverde. Aunque Mbappé llegaría con 26 años, se combinan tanto las dudas por edad y rendimiento como por encaje futbolístico. La llegada del astro francés supondría dejar en el banquillo a alguna estrella del ataque, parece ser que Rodrygo, en quien hay máxima confianza. También cortaría la progresión que se espera para Endrick, el siguiente brasileño en llegar, en quien hay máxima esperanza para que marque época como el futuro 9.

No hay dudas en la calidad de Mbappé: aportaría muchos goles y quizás aseguraría títulos. Pero la hipoteca que deja atrás es lo que se teme en Chamartín: todo un terremoto de consecuencias impredecibles y mucho riesgo financiero si luego salen mal las cosas en cuanto a lesiones o bajo rendimiento.

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