3 Clásicos, 3. Será el total de duelos entre Real Madrid y Barcelona que veremos este mes de marzo y todo comenzó la noche del jueves con el primero de los choques entre ambos equipos en la ida de las semifinales de la Copa del Rey.
Y fue el Barça el que se llevó la primera alegría con una victoria sufrida y que se basó en un planteamiento defensivo férreo y sólido para plantar cara a un Madrid que jugaba en casa y aparentemente en mejor estado de forma. Los de Xavi venían de caer eliminados en la Europa League por el Manchester United y caer en Liga ante el Almería, y además viajaban a la capital con muchas bajas sensibles.
El Barça se plantó en el Bernabéu sin Lewandowski, Pedri, Dembélé, Christiansen... y sabedor de esas ausencias tan notables, Xavi planteó un partido en el que replegó filas y prefirió pensar en el partido de vuelta en casa. El plan era sencillo y le salió bien: resistir atrás y buscar el fallo blanco. Ese fallo llegó mediada la primera mitad con una mala entrega de Camavinga, que de nuevo fue titular en el centro del campo. Los culés aprovecharon el regalo con una contra rápida y un poco de fortuna, porque fue Kessié quien marcaba al alojarse el esférico en la red tras tocarla Militao y no poder desviarla Nacho en boca de gol.
Lo peor es que el despiste de Camavinga vino después de que el Madrid se fuera momentáneamente del encuentro por la enésima escena de Vinicius, que protestó demasiado un lance con De Jong en el que salió, injustamente, hay que decirlo, amonestado. La protesta fue excesiva, la afición respondió con abucheos al árbitro e indignación y el resto de compañeros madridistas se desconcentraron. Las consecuencias fueron graves con este gol del que el Barça sacó el máximo rendimiento.
Aguante azulgrana
Cerrojazo atrás, pasando de la famosa 'Xavineta' del entrenador culé a un autobús de toda la vida, el que suelen plantar los equipos modestos cuando visitan los estadios de los grandes clubes. Eso sí, al Madrid le faltó disparo a puerta, claridad ofensiva y algo de energía. Toda su posesión fue más que ineficaz y si el Barça le entregó el balón debió ser un riesgo, pero en realidad los culés no sufrieron apenas en el resto del partido.
La segunda mitad fue otro monólogo de los de Ancelotti, pero sin peligro real. El carrusel de cambios esta vez no le salió bien al técnico italiano y ni Rodrygo, ni Tchouaméni, ni el canterano Álvaro pudieron cambiar la cara y la suerte de los locales.
La vuelta de estas semifinales se celebrará casi dentro de un mes, el 5 de abril en el Camp Nou. Antes habrá otro Clásico, pero de Liga, el 19 de marzo, también a disputarse en la capital catalana. Si habláramos de baloncesto estaríamos ante una mala situación para los blancos: han perdido el 'factor cancha'.
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Si (
No(.jpg "Nadal aplasta por la vía rápida a Blanch en su debut en el Mutua Madrid Open (6-1, 6-0)")
.jpg "Nadal aplasta por la vía rápida a Blanch en su debut en el Mutua Madrid Open (6-1, 6-0)")
