10 consejos para educar a tu perro y evitar comportamientos agresivos

¿Por qué mi perro muerde y/o ataca a otros perros y humanos? ¿Por qué ladra de forma histérica? ¿Pasea tranquilo cuando no hay otros perros? Estas son algunas preguntas que se plantean quienes comparten su vida con estos animales. Los educadores caninos y adiestradores de perros detectores, Jaime Vidal ‘Santi’ y Eli Hinojosa ofrecen respuesta a estas y otras cuestiones en su libro ‘Sobre perros que dejaron de morder, cuando las personas empezaron a escucharles’.

El libro recoge un decálogo de consejos para evitar y anticipar los comportamientos agresivos de los perros:

1. Revisa la salida a la calle. Debe ser tranquila, ya que cuando más excitado esté el perro, mayor reactividad presentará.

2. Revisa y adecúa la correa y el collar. La correa debe ser larga y el collar o arnés debe ser amable, nunca metálicos.

3. Revisa la forma en que pasea tu perro. La tensión y los tirones en la correa aumentan la reactividad. Si tu perro pasea tranquilo cuando no hay otros peludos, tienes que marcarte como objetivo, que no lo haga cuando los haya.

4. Entrena una señal de atención hacia ti. Decirle ‘mira’ puede ser una forma excelente de desviar la atención de lo que le hace reaccionar.

5. Esta señal sólo funcionará si la realizas antes de que el perro reaccione. Un buen comienzo puede ser que tu perro mire al otro y le saques de ahí con la señal que habéis entrenado y premios, antes de que reaccione.

6. Revisa el vínculo y referente con tu perro. La confianza en ti le dará seguridad. Debes desterrar cualquier tipo de corrección o castigo, y más si reacciona ante algo, porque de esa forma, la situación empeorará. ¡El miedo no se trata con más miedo!

7. Desarrolla estrategias para inducir a tu perro a olisquear y crea rutinas de trabajo de nariz. Cuanto más olisquea, más estímulos visuales le retiras.

8. Retira la excitación inducida y los momentos estresantes del día. El tratamiento de la reactividad es holístico.

9. Intenta pasear por zonas amplias que permitan a tu perro enfrentarse a sus miedos con distancia. Puedes enseñarle a hacer curvas para rodear lo que le hace reaccionar.

10. Decide que deberías hacer si no pudiste evitar un incidente y el perro está ladrando de manera histérica. Si crees que lo puede llegar a gestionar porque encontró un perro tranquilo que se aleja, no hagas nada, sólo sujeta la correa. Si crees que la situación le supera, sin hablar, aléjate en dirección contraria para sacarle de ahí, con seguridad pero sin tirones.

Según explicó ‘Santi’ en una entrevista con Diariocrítico, “cuando aparece un problema en la convivencia, deberíamos buscar la raíz de ese problema. Cuando un perro ladra o se abalanza sobre otro perro, habría que buscar el motivo, que siempre es emocional. Si nos limitáramos a corregir el síntoma del problema, el problema seguiría latente. La mayoría de los problemas de convivencia de los perros vienen del estrés y el miedo, y está claro que no se puede corregir un problema de miedo, añadiendo más miedo. Lo que hay que hacer es anticipar y evitar situaciones que puedan superar al perro”.

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