La inflación en la zona euro se ralentizó hasta el 2,4% en marzo, desde el 2,6% del mes anterior, destacando la caída en las dos economías más grandes, Alemania y Francia. El dato quedó por debajo del 2,5% que apuntaban las previsiones y va acercando al BCE a su objetivo de inflación del 2%. La inflación de los alimentos cayó del 3,9% al 2,7% y los precios de la energía cayeron un 1,8%, según Eurostat. Mientras tanto, la inflación subyacente disminuyó al 2,9% desde el 3,1% en febrero. La inflación cayó al 2,3% en Alemania desde el 2,7% del mes anterior y al 2,4% en Francia desde el 3,2%. Pese al alivio que estos datos suponen para el BCE, no será suficiente para adelantar el primer recorte de tipos de interés, habida cuenta de que el banco central ha afirmado que necesita conocer los datos salariales de principios de año antes de sentirse cómodo relajando su política.
El BCE se reúne el 11 de abril, pero la primera reducción de tipos no se espera hasta junio. En este sentido, ayer, el gobernador del BdE, tras definir lo positivo del dato de inflación de marzo, declaraba que "a día de hoy el escenario central es que en junio podría ser la primera reducción de tipos de interés". En relación al dato, también señalaba que lo más importante es que es compatible con la previsión del BCE de marzo. En sus proyecciones económicas trimestrales publicadas en marzo, el BCE recortó su previsión de crecimiento de los precios este año del 2,7% al 2,3% y dijo que espera que la inflación caiga al 1,9% en 2026.