Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense bajaban ayer con la vista puesta en la publicación hoy del informe de inflación de diciembre en EE.UU. que posiblemente será el punto de salida para los próximos comentarios y declaraciones de responsables de la política monetaria de la Reserva Federal. Se espera que la inflación subyacente aumente un 0,3%, lo que supone una subida. Eso podría desplazar las expectativas de la primera bajada de tipos, de marzo a mayo. No obstante, no es suficiente para que cambie la percepción del mercado de que la inflación está bajando. En cuando al IPC general se prevé que aumente un 0,2%. El mercado también está a la espera de los datos de precios de producción estadounidenses que se publicarán mañana, tras una caída de los precios del petróleo.
Mientras, aquí en Europa, declaraciones de algunos responsables del BCE, entre ellos su vicepresidente, apuntan a que la zona euro puede haber estado en recesión el último trimestre y que las perspectivas a corto plazo siguen siendo débiles. De Guindos señaló que la debilidad económica era generalizada, que el sector de la construcción y el manufacturero se habían visto especialmente afectados y que era probable que los servicios les siguieran en los próximos meses. En cuanto a la política monetaria, no ofreció ningún mensaje nuevo, limitándose a repetir la orientación del BCE de que mantener los tipos actuales durante un periodo suficientemente largo, ayudará a reducir el crecimiento de los precios hasta el objetivo del 2% fijado por el BCE.