A los consumidores estadounidenses les preocupa que la inflación vuelva a aumentar, algo que puede generar cierta preocupación entre los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal. Según la encuesta que elabora la Universidad de Michigan, los hogares estadounidenses ven que la inflación se acelerará hasta el 4,5% durante el próximo año, frente al 4,2% en octubre y al 3,2% en septiembre. Se trata de la tasa más alta desde abril. En un horizonte de cinco años, los consumidores ven ahora una inflación promedio del 3,2%, frente al 3,0% en octubre y al 2,8% en septiembre. El informe señala que estas expectativas han aumentado a pesar de que los consumidores han visto la continua desaceleración de la inflación.
La Reserva Federal ha mantenido el tipo de interés de referencia sin cambios entre 5,25% y 5,50% desde julio, y una buena parte del mercado ahora está convencido de que el ciclo de ajuste ha terminado. Las actas de su última reunión publicadas esta semana han mostrado que los miembros del comité procederían "cuidadosamente" y sólo subirían los tipos de interés si el progreso realizado en el control de la inflación flaqueaba. En este sentido, para ellos es importante que las expectativas de inflación se mantengan bien ancladas porque la aceleración de las expectativas puede alterar el comportamiento del consumidor de manera que terminen contribuyendo a los aumentos de precios. De hecho, un rápido aumento de las expectativas de inflación de los consumidores en la primavera de 2022 contribuyó a la decisión de la Reserva Federal de acelerar el ritmo de las subidas de tipos.