Tecnologías de inteligencia artificial (Foto: Pexels/cottonbro-studio)

La rocambolesca teoría de las guerras internas en la empresa de ChatGPT: una inteligencia artificial que supera al ser humano

Por Diariocrítico

redacciondiariocriticocom/9/9/23

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viernes 24 de noviembre de 2023, 08:54h

Estos días pasados, la compañía de inteligencia artificial llamada OpenAI ha sido protagonista de las páginas salmón por sus guerras internas.

Sam Altman, que era uno de sus fundadores y director del principal proyecto y producto de la misma, ChatGPT, fue fulminado de manera sorprendente por el consejo.

Las razones que se alegaron fueron de "pérdida de confianza", aunque luego se fue conociendo que había estado trabajando en proyectos desautorizados por el consejo de dirección, aunque se le avisó que debía abandonarlos.

En concreto, se habla de que Altman tiene una percepción más comercial y ambiciosa de la inteligencia artificial, mientras que OpenAI se quería destacar como una compañía sin ánimo de lucro que busca desarrollar esa tecnología para el bien de la humanidad, sin buscar beneficios, y financiándose sólo con fondos de inversores e instituciones.

Pero la salida de Altman provocó una revuelta interna, trabajadores incluidos, y su breve fichaje por Microsoft, que pescó en estas aguas revueltas, terminó pronto. Altman volvió y la cúpula de OpenAI cambió para dar cabida a su regreso triunfal.

Ahora, dicen, Altman tiene vía libre para desarollar sus propias ideas y proyectos, y ahí es donde comienza la teoría más alocada que circula en este momento.

Un importante desarrollador de IA renuncia y alerta de la amenaza para la humanidad

La siguiente etapa de la inteligencia artificial

Se habla de que Altman fue despedido realmente porque trabajaba en un proyecto tildado de "peligroso para la humanidad" que es la AGI, una "inteligencia artificial general", con nombre comercial Q* o Q-Star.

Ese proyecto intenta desarrollar otro tipo de inteligencia artificial que es distinta a la conocida, en una etapa superior. Para que todos puedan entenderlo, en lugar de ser como ChatGPT, una inteligencia artificial asistente para el humano, sería una inteligencia artificial que se autodesarrolla, crece y progresa sola, y que potencialmente está destinada a superar al ser humano en capacidades, sin necesitarlo para continuar creciendo. El objetivo final es sustituir tareas básicas del trabajador humano, otro de los grandes temores de la sociedad.

Básicamente estamos hablando del gran miedo de la humanidad desde hace décadas: que la tecnología tenga capacidad propia de decisión y en algún momento no necesite a las personas para su existencia y sentido de 'vida', por lo que supone un peligro potencial para nuestra propia supervivencia, o al menos para originar un futuro incierto para los humanos, tanto a nivel laboral como de calidad de vida.

Nada se sabe más por ahora de ese proyecto Q* de OpenAI, pero Altman continuará colaborando con Microsoft, compañía líder mundial que estaría interesada en este otro tipo de tecnología, que permitiría que supere a la competencia, ahora mismo representada sobre todo por Google, que creó su propio sistema de IA, llamado Bard, pero que está en clara desventaja y todavía a 'años luz' de ChatGPT.