Terremoto en el sector de la inteligencia artificial (IA). Si hace unos días la bomba caía cuando se conocía que OpenAI, compañía propietaria del célebre ChatGPT, despedía a su director ejecutivo, Sam Altman, ahora se echa atrás.
Tras unos días en los que Microsoft estuvo a punto de incorporar a Altman como director para sus proyectos de IA, OpenAI ha recogido cable y ha reincorporado a su ex director tras sacrificar a los culpables de su expulsión.
La compañía ha disuelto el consejo de dirección y reincorporado a Altman, que regresa reforzado en su poder y con vía libre para desarrollar sus proyectos.
En unos breves comunicados oficiales en redes sociales OpenAI explicó que "hemos llegado a un acuerdo para que Sam Altman regrese a OpenAI como director ejecutivo con una nueva junta inicial formada por Bret Taylor (presidente), Larry Summers y Adam D'Angelo".
El fundador de OpenAI, Greg Brockman, otro de los damnificados, también se felicitó públicamente por regresar al puesto que tenía antes, presidente de la junta directiva: "Regresando a OpenAI y volviendo a codificar esta noche".
Por último, el propio Altman celebró su vuelta a la empresa: "Me encanta OpenAI y todo lo que he hecho en los últimos días ha sido mantenerme unido a este equipo y su misión. Cuando decidí unirme a Microsoft el domingo por la tarde, estaba claro que ese era el mejor camino para mí y el equipo. Con el apoyo de la nueva junta directiva y de W. Satya, espero volver a OpenAI y aprovechar nuestra sólida alianza con Microsoft".
Un extraño despido
OpenAI explicaba el pasado día 17 de noviembre que la salida de Altman se producía "tras un proceso de revisión deliberante por parte de la junta, que concluyó que no fue consistentemente sincero en sus comunicaciones con la junta, lo que obstaculizó su capacidad para ejercer sus responsabilidades". "La junta ya no confía en su capacidad para seguir liderando OpenAI", sentenciaba con dureza.
Si bien agradecía "las numerosas contribuciones de Sam a la fundación y el crecimiento de OpenAI", le lanzaba varios reproches: "Creemos que es necesario un nuevo liderazgo a medida que avanzamos".
Qué es OpenAI
OpenAI se fundó como una organización sin ánimo de lucro en 2015 con la misión principal de garantizar que la inteligencia artificial general beneficie a toda la humanidad.
En 2019, OpenAI se reestructuró para garantizar que la empresa pudiera recaudar fondos para lograr esta misión, preservando al mismo tiempo la misión, la gobernanza y la supervisión de la organización sin ánimos de lucro.
La mayoría de la junta es independiente y los directores no poseen acciones en OpenAI. Si bien la empresa ha experimentado un crecimiento espectacular, sigue siendo responsabilidad fundamental de la junta directiva promover la misión de OpenAI y preservar los principios de su carta fundacional.
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