Descontento social

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos dijo enfáticamente la semana pasada que la gente "odia la inflación, la odia", pero dejó sin mencionar otro hecho, el que también castiga a los políticos cuando los precios suben. El control de la inflación y la búsqueda de un “aterrizaje suave” con un aumento más lento de los precios y un crecimiento económico continuo, parece cada vez más probable en Estados Unidos. Sin embargo, los estadounidenses se quejan cuando se les pregunta sobre la economía y según una encuesta publicada el mes pasado, más del 40% de los votantes que respaldaron a Biden en las presidenciales de 2020 dicen que la economía está peor que entonces.

Esto se debe a que las cosas sobre el terreno no se sienten tan bien como indicaría la tendencia positiva de la inflación. Con el rápido aumento de los precios y el fin de una serie de programas de beneficios gubernamentales de la era de la pandemia, los ingresos de los hogares ajustados a la inflación cayeron el año pasado y la tasa de pobreza aumentó. Los costes de endeudamiento también han aumentado en los últimos 18 meses debido a la subida de los tipos de interés para controlar el aumento de la inflación, lo que se sumó al amargo estado de ánimo de los consumidores.

Desde la Fed, la batalla por el control de la inflación se mantiene, y ayer el presidente de la Fed de Mineápolis, que cuenta con voto en el Comité de Política monetaria, dijo que dada la sorprendente resiliencia de la economía estadounidense, probablemente la Fed necesite aumentar aún más los tipos de interés y mantenerlos altos durante algún tiempo, escenario que seguirá generando malestar social y con las elecciones presidenciales norteamericanas de 2024 a poco más de trece meses.