Una pausa, al fin. La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) puso fin ayer miércoles a las continuas subidas de tipos de interés para contener la inflación e indicó a un fin de ciclo.
Mantuvo los tipos entre el 5 y 5,25% después de un total de 10 subidas consecutivas desde marzo de 2022, poco después de comenzar la guerra de Ucrania.
Como motivos de este cambio de dinámica, la FED citó a algunos como el crecimiento económico y la mejoría del empleo, además de que los precios se están conteniendo notablemente.
El presidente de la FED, Jerome Powell, admitió que esta decisión no implica que no haya nuevas subidas de tipos más adelante, y que esta pausa sea circunstancial, ya que el objetivo sigue siendo que la inflación baje hasta el 2%.
Y la tasa interanual de la subida de precios todavía está lejos de ese objetivo del 2%, puesto que la inflación en Estados Unidos en mayo fue del 4%. Lo más positivo es que supuso una bajada de 9 décimas respecto a abril y que es el cuarto mes a la baja.
La tasa inflacionaria más alta se registró en junio de 2022, justo hace un año, cuando llegó al 9,1%.
En Europa no hay pausa
Sin embargo, los hipotecados en Europa no tienen buenas noticias porque todo indica a que el BCE no hará lo mismo que la Reserva Federal estadounidense y seguirá subiendo los tipos de la zona euro.
El Banco Central Europeo prevé aumentarlos hoy jueves por octava vez consecutiva, con un incremento esperado de 0,25 puntos.
Si es así, la tasa general de los tipos del euro subiría del 3,75% al 4%. Sería la máxima cifra desde tiemos de la crisis financiera internacional, en octubre de 2008.
Esta subida de tipos afectará de nuevo al euríbor, el principal índice hipotecario empleado en los préstamos para compra de vivienda. Subiría por encima del 4% y supondría un nivel récord, con cifras no vistas desde 2008.
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