Los líderes del G-7 se han comprometido ayer a seguir apoyando a Ucrania. En el comunicado dicen que seguirán brindando apoyo financiero, humanitario, militar y diplomático y “apoyaremos a Ucrania todo el tiempo que sea necesario". Además, los líderes se comprometieron a seguir presionando financieramente a Rusia con nuevas sanciones que incluyen una propuesta para limitar el precio del petróleo ruso.
Desde el comienzo de la invasión de Ucrania, el aumento de los precios se ha intensificado a nivel global, lo que ha llevado a la gran mayoría de los bancos centrales a comenzar procesos de restricción monetaria que en la mayoría de los casos han supuesto retirada de estímulos y subidas en los tipos de interés. Como consecuencia de las sanciones, Rusia dejó de pagar sus bonos internacionales por primera vez en más de un siglo al no atender el pago de los intereses de un bono cuyo periodo de gracia de 30 días venció el domingo 27.
Los pagos en cuestión son $100 millones en intereses sobre dos bonos, uno denominado en dólares estadounidenses y otro en euros. El Ministerio de Finanzas de Rusia dijo que realizó los pagos a su Depósito Nacional de Liquidación (NSD) en euros y dólares, y agregó que había cumplido con sus obligaciones. El Kremlin, que tiene el dinero para hacer pagos gracias a los ingresos del petróleo y el gas, rechazó rápidamente las reclamaciones y acusó a Occidente de llevarlo a un incumplimiento artificial.