En su primer discurso en el Capitolio, Biden presentó el miércoles un nuevo paquete de medidas. En marzo consiguió que se aprobase un plan de rescate de 1,9 billones, luego presentó un plan de infraestructuras de 2,3 billones y anteayer presentaba un nuevo programa dirigido a las familias y a la educación, por otros 1,8 billones.
El anuncio sirvió de excusa para que el rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU. tocase un máximo de dos semanas. La cuestión que preocupa al mercado es que parte del incremento del gasto se financiará con el aumento de impuestos y cuanto tendrán que aumentar las emisiones del Tesoro y sus tipos. La subida de los rendimientos también se vio favorecida por unos datos de PIB que mostraron una aceleración del crecimiento en el primer trimestre impulsado por la ayuda del gobierno a hogares y empresas, marcando el rumbo de lo que se espera sea el mejor comportamiento este año en casi cuatro décadas.
En su estimación anticipada, el Departamento de Comercio anunció que el PIB aumentó a una tasa anualizada del 6,4%. Se trata del segundo ritmo de crecimiento del PIB más rápido desde el tercer trimestre de 2003, tras una tasa del 4,3% en el cuarto trimestre del pasado año.
En los inicios de este segundo trimestre la economía continúa avanzando, con el gasto del consumidor subiendo a un máximo de 14 meses en abril gracias al estímulo fiscal y la expansión del programa de vacunación COVID-19 a todos los adultos.