Pruebas más exigentes

El sector bancario vuelve a generar preocupación, sobre todo cuando las noticias vienen desde Italia y Alemania, países donde se encuentran los últimos casos de inquietud. Y no sólo se trata de una preocupación europea. Si algo nos ha enseñado la crisis es el poder que tiene la globalización en convertir una “enfermedad económica” en pandemia. Por ello, no es de extrañar que en los últimos días algunos bancos centrales hayan anunciado medidas para evitar que el sistema financiero se desestabilice. La pasada semana la presidenta de la Reserva Federal anunciaba que estaba considerando modificar las pruebas con que evalúa si los bancos estadounidenses pueden soportar una crisis financiera y usar los resultados de los test de solvencia para determinar los requisitos de capital a los grandes bancos. El nuevo cálculo "representaría un aumento significativo de sus requerimientos de capital", señaló. También ayer, el Banco de Inglaterra dijo que llevará a cabo una prueba de solvencia más amplia para comprobar la resistencia de los bancos británicos a eventuales turbulencias. El banco central dará a conocer los resultados de la prueba de solvencia de este año el 30 de noviembre, y seguirá adelante con los planes establecidos en 2015 para llevar a cabo una prueba más amplia también en 2017, que por primera vez incluirá dos escenarios. “Además del Escenario Cíclico Anual habrá un escenario adicional 'exploratorio'", dijo el BoE. Y todo ello bajo la presión de la industria para hacer a Londres un lugar más atractivo ante la incertidumbre sobre el acceso a la UE de los bancos regulados por Reino Unido.