Las tensiones comerciales entre las dos primeras economías del mundo, Estados Unidos y China, con la imposición de aranceles comerciales están teniendo consecuencias directas en otras economías, especialmente en países emergentes productores de materias primas y que también se están viendo afectadas por la política de subida de tipos de interés de la Reserva Federal norteamericana. Esta semana se anunciaba que Sudáfrica había entrado en recesión tras registrar en dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo del PIB. El rand sudafricano se ha depreciado desde el lunes cerca de un 5% frente al dólar, acumulando una pérdida superior al 17% desde comienzo de agosto y 25% en el conjunto del año. El peso argentino y la lira turca han sido las divisas que más se han depreciado en el año un 105% y 70% respectivamente, intensificándose las pérdidas en las últimas semanas, siendo el detonante el repunte de la inflación que se sitúa en el 17% en Turquía y en un 31% en Argentina, lo que ha llevado a los ciudadanos a comprar dólares para evitar la pérdida de poder adquisitivo. Por otro lado, la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China es otro factor que está afectando a los países emergentes, ya que en la medida en que la economía china pueda verse afectada, también se reducirá la demanda de materias primas que conlleva descensos en los precios afectando a países con una fuerte dependencia de la exportación de materias primas y minerales como pueden ser entre otros Brasil, Chile, Rusia, Sudáfrica, Indonesia, y aunque en menor medida, también pueden verse afectados países desarrollados, como Australia y Canadá.