El BCE mantuvo ayer sin cambios su política monetaria, indicando que mantendrá los tipos de interés en niveles muy bajos durante un largo periodo de tiempo. Han pasado seis semanas desde que el BCE anunció que a partir de enero reducirá a la mitad las compras mensuales de activos, de 60.000 millones a 30.000 millones, y ayer el presidente reiteró su compromiso por mantener una política monetaria expansiva. En la rueda de prensa le preguntaron varias veces si el BCE va a acelerar la retirada de la QE o a subir los tipos de interés, respondiendo de una u otra manera que “aún es necesario mantener un amplio nivel de estímulos monetarios”. El BCE en la reunión de ayer además actualizó sus previsiones de crecimiento e inflación publicadas en septiembre para los años 2107, 2018, 2019 y realizó su primera estimación para 2020. Para este año mejora en dos décimas la estimación de PIB al 2,4%, y para 2018 en cinco décimas, al 2,3%. Dos décimas de mejora en 2019, al 1,9% y para 2020 estima un crecimiento del PIB del 1,7%. Con respecto a la inflación, las previsiones son de un 1,5% para 2017, 1,4% en 2018, 1,5% en 2019 y 1,7% en 2020. Señaló que está más confiado que hace dos meses en que el BCE podrá alcanzar su objetivo de inflación, cercano al 2% y que las proyecciones económicas van en la dirección prevista pero destacó que el débil aumento de los salarios sugería la necesidad de mantener un amplio grado de estímulos monetarios.