Las actas de la última reunión de la Reserva Federal mostraron ayer que sus miembros coincidieron en general en que la necesidad de nuevas subidas de los tipos de interés era cada vez menos clara, y varios afirmaron que el alza de 25 pb que aprobaron podría ser el último. Otros advirtieron de que el banco central estadounidense debía mantener abiertas sus opciones entre tipos estables o subirlos. Incluso algunos consideraron probable la necesidad de nuevas subidas y otros subrayaron que era crucial no transmitir que los recortes de tipos son probables o que las subidas se han descartado. Esta misma semana las declaraciones de algunos miembros de la Fed apuntaban en este sentido.
Mientras tanto, ayer, de nuevo, la reunión entre el presidente estadounidense y el presidente de la Cámara de Representantes volvió a mostrar que a poco más de una semana del vencimiento del plazo Biden y McCarthy siguen profundamente divididos sobre cómo avanzar, al tiempo que se van enfrentando a un calendario aún más apretado, ya que podría llevar fácilmente una semana redactar cualquier acuerdo en la legislación y aprobarlo a través de un Congreso estrechamente dividido. Los republicanos abogan por recortar drásticamente el gasto, mientras que los demócratas proponen mantenerlo estable y recurrir a nuevos impuestos para ayudar a reducir la deuda del Estado. La portavoz de la Casa Blanca calificaba esta semana las conversaciones como "increíblemente difíciles".
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